Una escena de la ópera prima de la española Anna Cornudella Castro

Una escena de la ópera prima de la española Anna Cornudella Castro

Cine

'The Human Hibernation': Anna Cornudella plantea el despertar del animal humano en su subyugante debut

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En un territorio de gran ambigüedad, entre la distopía y la utopía, entre la catástrofe futurista y el armónico reencuentro con un origen perdido, surge The Human Hibernation, la subyugante ópera prima de la catalana Anna Cornudella Castro (Terrassa, 1991).

Las primeras imágenes, sumidas en la noche cerrada, perfilan el hilo conductor del filme: la imbricación de lo animal y lo humano. En la oscuridad, parece difícil distinguir entre las facciones de una niña y el perfil de una criatura rumiante, más aún cuando en la inquietante banda de sonido, embrujada por el silbido del viento, el aullido de la niña se solapa con el rebuzno de una vaca.

¿Qué separa al animal del humano cuando ya no parecen quedar indicios de lo civilizado? ¿Qué valor tendrían nuestras costumbres y conocimientos, inextricablemente vinculados a la vida moderna, en un mundo regido por la ley natural? En un pasaje revelador de The Human Hibernation, una mujer se pregunta: “¿Cómo nos preparamos para el invierno si no sabemos cuánto durará?”. La única respuesta posible apunta al retorno a nuestros instintos primarios, a nuestro ser más esencial.

The Human Hibernation –ganadora del premio FIPRESCI de la crítica internacional en la Berlinale– ha sido descrita como un singular ejercicio de ciencia ficción, pero la tecnología brilla por su ausencia en esta meditación sobre la posible convivencia entre las especies que habitan la Tierra.

Guiada por una sensibilidad próxima al animalismo, Cornudella Castro se propone romper con el eje antropocéntrico que ha vehiculado la imagen fílmica desde sus orígenes. Y, para ello, la cineasta construye una fábula silvestre sobre una humanidad empujada a hibernar para garantizar su subsistencia.

Un giro hacia lo primitivo que perfila una inversión de los roles tradicionales: los animales ocupan hábitats humanos, mientras que la comunicación entre las personas deja atrás la oralidad para afianzarse en lo táctil. En el ecuador del filme, una bella postal microscópica de dos caracoles que enredan sus cuerpos espumosos se engarza con la plácida estampa de un grupo de personas que duermen desnudas, con sus cuerpos entrelazados.

En su fértil exploración de la relación física entre los seres y sus entornos, The Human Hibernation conquista un enclave fílmico marcado por la concreción figurativa y la abstracción narrativa. El curso de las imágenes remite a una película como L’intrus (2004), en la que Claire Denis convirtió en una ficción hermética un texto filosófico de Jean-Luc Nancy. De hecho, cuando Cornudella Castro decide recurrir a la palabra hablada, su película explora una concepción trascendental de la existencia.

Una imagen del filme

Una imagen del filme

Filmada, en parte, en los estados de Nueva York y Dakota del Sur, el filme conecta con el trascendentalismo americano en su disección de la relación entre el ser humano, la naturaleza y el tiempo histórico. Cuando un personaje afirma que, al mirar las superficies acuosas, puede ver los rostros de sus ancestros, resulta difícil no recordar las palabras de Ralph Waldo Emerson en su ensayo History: “Si el conjunto de la Historia está en un ser humano…, las horas deberían comprenderse a través de las eras, y las eras deberían explicarse según las horas”.

The Human Hibernation

Dirección: Anna Cornudella Castro.

Guion: Lluís Sellarès, Anna Cornudella Castro.

Intérpretes: Clara Muck Dietrich, Brian Stevens, Neil O’Neil, Janet Hubbell.

Año: 2024.

Estreno: 10 de enero