
Richard Linklater en la Berlinale. Foto: EFE/EPA/CLEMENS BILAN
La enseñanza de Linklater en la Berlinale: "Vigila las historias de amor y cuida a los amigos, duran más"
El cineasta ha presentado 'Blue Moon' en el Festival de Berlín. La película es una demoledora pieza de cámara con un Ethan Hawke en estado de gracia.
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"Vigila las historias de amor y cuida a los amigos, duran más". Que esta réplica se convertiría rápidamente en la favorita de todo el reparto estaba cantado. No cuesta ver por qué la elegirían, tanto dos voces avaladas como las de Ethan Hawke y Andrew Scott, así como la recién llegada Margaret Qualley. Richard Linklater ha puesto en boca de su nuevo protagonista una idea esencial en nuestros tiempos: que el amor se expande mucho más allá de la pareja romántica y que, por lo tanto, el desamor también puede ser ilimitado.
Aun así, Blue Moon es una película que quiere a sus personajes. Reflexiona Ethan Hawke: "Es extraño ver una película sobre el desamor cuando todos intentan ser amables. Una de las cosas que realmente me encantan de las películas de Richard Linklater es que quieren a las personas. Ves a personas buenas en toda su fragilidad, se las trata desde el respeto y el honor, sus películas parecen amar a la gente".
Contra el Talión, la amabilidad es capital para el cineasta: "Ves muchas películas en que las personas tratan de hacerse daño entre sí. Muchas de mis favoritas son más bien historias en las que la gente lo intenta, pero aun así se hiere".
La egolatría frágil de Lorenz Hart
Richard Linklater ha tardado doce años en decidirse a filmar Blue Moon, el relato a tiempo real sobre un día capital en la vida del letrista Lorenz Hart, responsable de los grandes musicales de Broadway de los años veinte y treinta: Babes In Arms (que fue adaptada al cine como Los hijos de la farándula, con Judy Garland y Mickey Rooney) o Ámame esta noche (que Robert Mamoulian llevaría al cine) son dos de sus mejores obras, pero juntos compusieron más de mil canciones. A solas, Lorenz Hart tuvo solamente un éxito: Blue Moon. Él mismo la odiaba.
En 1943 Hart llevaba años bebiendo, lo cual había tocado y pronto hundiría la fructífera relación con su colaborador habitual Richard Rodgers. Este, cansado de perseguirle, había optado por cambiar de mano derecha sustituyendo a Hart por Oscar Hammerstein II, un letrista simplón (a ojos del sustituido) que, sin embargo, escribió una pequeñísima obra de nombre Oklahoma!.

Margaret Qualley, Ethan Hawke, Richard Linklater y Andrew Scott en la Berlinale. Foto: EFE/EPA/CLEMENS BILAN
La noche del estreno del musical fue, digamos, agridulce para Hart. Ethan Hawke lo interpreta como un tipo extremadamente narcisista y enamoradizo, pendiente de no perder el afecto de Rodgers (Andrew Scott) ni de la joven de quien Linklater se lo imagina enamorándose, la ficticia Elizabeth (Margaret Qualley).
Ethan Hawke había justificado en Venecia que este fue su personaje más difícil, pero verle es un portento: "Podría decir que me preparé para el papel afeitándome la cabeza, o escuchando las canciones preferidas de Larry Hart, pero esa no es realmente la verdad. Se necesita mucho tiempo para descubrir cómo montar escenas y cómo hacer que una escena de siete u once páginas sea lo suficientemente dinámica como para que puedas verla y que no se quede corta". Hawke ha explicado que "se necesita toda una vida para preparar un papel como este".
Teatro filmado
La propuesta de Linklater tiene dimensiones pequeñas (unos pocos personajes, una localización), pero grandes aspiraciones. ¿Cómo aguantar la verborrea egocéntrica de Hart durante hora y media de filme? Andrew Scott resumía el trabajo en set comparándolo con un escenario: "Para mí, lo importante era estar presente. El guion era realmente muy hermoso, y el trabajo era cómo podíamos coreografiarlo. La coreografía", en referencia al trabajo corporal sobre los ritmos y tonos del diálogo –es decir, haciendo teatro–, "es lo que hace que esta película sea tan especial".
El último Ripley y reverendo de Paul Schrader conoce de sobras los escenarios. Fue Hamlet en un papel que le valió un premio Olivier. Obtuvo un segundo Olivier por Present Laughter de Noël Coward y en 2023, vestiría las pesadas botas del tío Vanya y todo el resto de personajes del elenco del clásico de Chéjov... Que no es poco.
Por su parte, Ethan Hawke fue Hotspur en Enrique IV, luego interpretó al revolucionario Mikhail Bakunin en la extensa trilogía histórica de Tom Stoppard, The Coast of Utopia, por lo que recibió una nominación al Tony. Su Macbeth vino también en 2023, Off-Broadway.

El escenario es un espacio para sentirse en presente, argüía Scott, pero las noches de estreno son extraordinarias por los encuentros de después: "En el estreno de una película o de una obra de teatro, hay algo de extraordinario en la atmósfera. Eres increíblemente vulnerable, pero también estás extrañamente eufórico. Y estás asustado, pero también estás completamente entusiasmado. Y creo que es muy interesante que existan estas dinámicas extraordinarias. A medida que avanza el tren del espectáculo teatral, tienes momentos de angustia, lujuria, amor, amargura y afecto real. Todo, mientras la gente va interrumpiéndote".
Mientras aún no podamos ver Blue Moon en salas (por favor), esperaremos noticias de la siguiente película de Richard Linklater, que se rumorea presente para el próximo Festival de Cannes: Nouvelle Vague recuperará los entresijos tras la cámara de Jean-Luc Godard en Al final de la escapada. La película tiene a Guillaume Marbeck como Jean-Luc Godard y a Aubry Dullin como Jean-Paul Belmondo, está filmada en blanco y negro y en una relación de aspecto de 4:3. Hay expectativas desmesuradas.