Las guerras olvidadas inspiran a Tomás Marco su quinto cuarteto
El compositor madrileño lo estrena este viernes IX Encuentro de Música y Academia
23 julio, 2009 02:00De izquierda a derecha, Tomás Marco, Paloma O'Shea y Peter Csaba
EFELa guerra de Bosnia fue el punto de partida del cuarto cuarteto de cuerda de Tomás Marco, que trece años después ha regresado a la "forma musical más abstracta que existe" para escribir una obra que habla del olvido de ese conflicto y de todos los que le han sucedido.
Memorial del olvido es el título del quinto cuarteto del compositor madrileño, que se estrenará el próximo viernes en el Encuentro de Música y Academia, que, organizado por la Fundación Isaac Albéniz, hace posible que jóvenes talentos de las escuelas europeas más prestigiosas compartan aula y escenario con sus maestros.
Tomás Marco ha recordado que también escribió su cuarto cuarteto, Los desastres de la guerra por encargo, en esa ocasión del Festival Internacional de Santander, que lo estrenó en 1996.
Cuando recibió el encargo de la Fundación Albéniz, que le dejó libertad para que eligiera género siempre que se tratara de música de cámara, pensó en retomar aquella idea.
"Hoy día desgraciadamente nadie se acuerda de la guerra de Bosnia; ahora hay otras que tenemos más presentes, de las cuales dentro de unos años tampoco se acordará nadie. Y habrá otras, esa tragedia permanente siempre está ahí", ha señalado.
Esa es la razón "conceptual" de su Memorial del olvido, en el que también hay un juego sobre la música y la memoria, desde la idea de que la primera existe porque existe la segunda.
Tomás Marco ha confesado que el cuarteto es uno de los géneros a los que más respeto tiene y así lo prueba, a su juicio, que escribiera el primero en 1968 y tuvieran que pasar once años para que se atreviera con el segundo.
Autor de ocho sinfonías y seis óperas, cree que el cuarteto es la forma musical más estricta que existe, además de la más abstracta.
Buen momento
Para el compositor madrileño, la música española atraviesa ahora una "situación muy brillante" y también "muy superior" a la que percibe la sociedad, con autores de gran calidad, desde los "senior" aún en activo, de generaciones anteriores a la suya, a jóvenes talentos.
Considera que la música, como cualquier disciplina artística, tiene mucho que aportar en tiempos de crisis, especialmente porque puede ayudar a "refinar los sentidos y la sensibilidad. Y una sociedad más sensible será una sociedad menos bárbara", ha sentenciado.
El Cuarteto Albéniz será el encargado de interpretar su Memorial del olvido en el Palacio de Festivales, en un concierto en el que además se estrenará la obra Cálices, para violín y piano, de la compositora finlandesa Kaija Saariahano, a cargo de Matthieu Handschoerwercker y Julia Strelchenko.
El concierto estará dedicado a la memoria del musicólogo y crítico Enrique Franco, con quien el Encuentro y todas las instituciones musicales españolas "tienen una gran deuda", a juicio de la presidenta de la Fundación Isaac Albéniz, Paloma O'Shea.
Los dos estrenos, ha explicado, forman parte del proyecto Música para la escuela, que la Fundación, de la que depende la Escuela Superior Reina Sofía, puso en marcha en 2006 para contribuir a que los jóvenes talentos "eleven sus miras" y desarrollen el gusto por la música de su tiempo.
Dentro de ese mismo proyecto, está previsto que, en diciembre de este año, entreguen nuevas obras los compositores John Corigliano, Henry Dutilleux, Antón García Abril y Joan Ginjoan.