Image: Un piano y una taza de chocolate, pero hablemos

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Escenarios

Un piano y una taza de chocolate, pero hablemos

El Teatro Español acoge el ciclo Voces de Madrid que da voz a historias cotidianas del 15 al 21 de diciembre en la Sala Pequeña

11 diciembre, 2014 01:00

La ciudad de Madrid tiene símbolos de lo más variopintos. La Magna Mater Cibeles, el oso y el madroño, la calle Montera, la puerta de Alcalá. Incluso, ¿quién no conoce a los dos gemelos heavies que transitan la Gran Vía? Con ellos se vuelve a los años 80 y su estética más agresiva y reivindicativa. Y es que lo que hace de Madrid la ciudad de Madrid es su gente anónima, esa que sale todos los días a hacer lo que tiene que hacer. Cada una de esas personas tiene una historia que contar: la historia de su vida. En una sociedad que carece de comunicación, comprensión y entendimiento, el Teatro Español pone los pies en la calle para alzar la voz de esas gentes que transitan y habitan la ciudad. Las voces de Madrid. Conversaciones matriteneses es un proyecto ideado por Ignacio García May y Juan Carlos Pérez de la Fuente, director del mismo, en el que participan ciudadanos de diferentes colectivos profesionales y sociales de la ciudad.

"Estamos en un nuevo tiempo. Frente a tanto artificio tenemos que abrir nuestro oficio hacia la verdad y el teatro tiene que aprender de la gente normal", empezaba Pérez de la Fuente. Así, cada día durante una semana, la Sala Pequeña del teatro, liderada por una diosa Cibeles cercana, acogerá una tertulia acompañada del piano de Isabel Arévalo al asilo de un chocolate caliente. Otro de los emblemas. No se trata de un espectáculo sino de la vida real, poesía de lo cotidiano."Es tiempo de reunirnos para escuchar, para conversar. Volverán las tertulias al teatro, los debates, el afán por saber de los otros y así entendernos un poco más", explica el director.

Porque, cabe recordar, que los teatros no solo son lugares para la representación. La antigua Grecia lo veía como un punto de reunión, de recreo, de conversación. Los romanos, por su parte, vieron peligro en ello y prohibieron las tertulias en estos lugares. "Queremos reivindicar la normalidad en un momento en el que lo importante no es ser cocinero sino salir en Masterchef", bromea García May. Continúa alegando que muchas de las personas a las que contactaron para poner en marcha esta primera etapa opinaban que su vida no es interesante. No obstante, "la sociedad no se hace con grandes gestos sino con la gente que sale todos los días sin mayor protagonismo o altavoces".

De este modo, son siete voces las que van a ser escuchadas. Siete voces, más o menos, anónimas que tienen una historia que compartir. Siempre con la imagen de la Cibeles en mente, esa estatua que todos conocemos pero que nadie ha visto de cerca, salvo Iker Casillas que la abriga con cada título. "Queremos mirar todo mucho más de cerca", apunta García May porque "Madrid tiene muchas virtudes, entre ellas que uno se siente madrileño a los cinco minutos de pisar la ciudad".

De este modo, el primer encuentro gira entorno a Las centenarias. Cuatro mujeres de más de 100 años, una visión de Madrid desde la longevidad, la memoria viva de la ciudad. El martes es el turno El enfermero Raúl del Hospital Gregorio Marañón, testigo del 11-M. El miércoles gira entorno a El de fuera. "Muchos de los habitantes de Madrid son gente de fuera, no extranjeros sino nuevos madrileños que nos traen su cultura y su música", apunta May. En torno a esta temática estará Majid, un músico de origen persa que tuvo que huir de su país con la llegada del ayatolá Jomeini. El jueves será un día para lo oscuro, lo que da miedo, de lo que queremos huir pero no podemos. La muerte. Eduardo, El enterrador de La Almudena, será el protagonista del día. ¿Cuál es el día a día de un enterrador? El viernes es el turno para una de esas profesiones complicadas que cada vez tiene más salida en el extranjero: la física. De mano de Eloísa, La científica, profesora, física, editora, madre y ciudadana de Madrid, conversará sobre la dificultad de su trabajo: "Lo difícil es la física, yo solo me dedico al magnetismo", bromea.

Así, llegamos hasta el fin de semana con los dos últimos encuentros. Será el turno para Luis María Anson, El periodista, tal vez la voz más conocida del ciclo. "Hablará del oficio de ser periodista, qué es o qué debería ser", matiza May. "Anson es una rara avis, ¿qué es Anson? Una de las pocas personas que van con corbata a un teatro alternativo", bromea el director del Teatro Español. Y, por último, el domingo. Día de fútbol. De modo que no podía ser de otra manera. Los futbolistas Nene y Francisco Pavón se hacen con la Sala Pequeña del Teatro Español. Pavón lo hará a través de un vídeo, Nene estará presente. Lo curioso de este último es que dejó el fútbol profesional para dedicarse al teatro. "Son dos de las profesiones más egocéntricas, así que no lo dudé", bromea el exfutbolista.

Los guardianes de la Gran Vía

De este modo, García May hace hincapié en que se trata más de un trabajo antropológico que periodístico, "no se trata de teatro como espectáculo sino como lugar de cohesión social". Pérez de la Fuente, por su parte, indica que hoy en día no hay tertulias sino conferencias o monólogos. Frente a esta ausencia y carencia han habilitado la sala con un piano y unos bancos que emulan los bancos de la Plaza de Santa Ana para conversar. De manera normal, como dos personas que se escuchan, se complementan, se entienden. Dos personas que hablando intentan arreglar el mundo, al menos en su imaginario. Eso que hacemos todos cuando nos juntamos con los amigos. Al abrigo del chocolate caliente en el frío invierno. "Es la revancha del espectador", concluye García May.

Sin olvidar que los "Guardianes de la Gran Vía", los gemelos heavies (José y Emilio Alcázar) a los que hacíamos alusión al principio, tendrán su hueco. "Les invité y me dijeron que si les traíamos al público a la calle que bien que sino ellos no se movían de allí", asegura May. De modo que accedieron a una grabación. Todos tenemos presente su imagen pero, ¿alguien les ha escuchado hablar alguna vez? La chispa de la calle. Y, como no, el cielo de Madrid para caminar hacia una sociedad mejor. Pura poesía de lo cotidiano.