Victoria de los Ángeles

Victoria de Los ángeles: soprano lírica pura, de emisión aérea y natural, de timbre aterciopelado y cálido, de fraseo cincelado y variado. Siempre fue un placer escuchar esa sedosa acentuación, esa preciosa articulación de fonemas, características que se mantuvieron en todo lo alto mientras el fuelle y la extensión -nunca excesiva- respondieron. Luego, ciertos manierismos empezaron a amenazar su gran arte.

La Condesa de Bodas, papel con el que debutó oficialmente, está en una de las primeras grabaciones que pueden aconsejarse dentro de su capítulo operístico. Arlecchino (ARLA68-A70) la difundió hace tiempo, incorporando una magnífica dirección de Reiner y un reparto estupendo (Siepi, Valdengo, Madeira...), en la que Victoria canta con un grado muy alto de exquisitez y suavidad. La femineidad de la soprano sirvió ejemplarmente para la misteriosa y enigmática Mélisande, que aparece en la grabación de Cluytens, de 1956 (EMI-Testament SBT 3051). Derroche de delicadeza, quizá algo falta de nervio trágico, el de su Charlotte de Werther de Massenet, a las órdenes de Prêtre y junto a Gedda (EMI 763973-2, 1968), y formidable su Manon en las limpias manos rectoras de Monteux (EMI-Testament SBT 3203, 1955). A parecido nivel colocaríamos su Marguerite, puede que algo linfática y aniñada, en el Fausto de Gounod de Cluytens, con Gedda y Christoff (EMI 565256-2, 1953). En este repertorio francés es célebre su Carmen, todo lo alejada que se pueda pensar de lo ordinario, a los ojos de hoy un punto relamida, pero con una belleza tímbrica excepcional. Beecham y Gedda a su lado (EMI 556214-2, 1958/9). Pasemos a lo italiano puro. Aquí debemos destacar ante todo una primorosa Mimí de Bohème, de un lirismo intenso, al lado de Bjürling y bajo el manto protector de un elocuente Beecham (EMI 556236, 1956). No tan afortunadas sus dos Cio-Cio-San de Butterfly para EMI, una con Di Stefano (1954) y otra con Bjürling (1959).

El instrumento fue siempre lírico, aunque por su talento y flexibilidad pudiera acometer con ciertas garantías una Carmen. Pero Butterfly pide mayor robustez y un timbre más spinto. Lo mismo que, aun en mayor medida, Santuzza de Cavalleria, que grabara en 1962.

De Verdi tenemos una estupenda Amelia de Simon Boccanegra, con magnífico reparto (Gobbi, Christoff, Campora) (EMI763513-2, 1957), una insuficiente Violetta de Traviata (EMI 573824-2, 1959) y una sensible y humana Desdémona en el Met, quizá falta de dimensión vocal en el concertante, con unos pletóricos Del Monaco y Warren (Myto MCD 944.107, 1958). Victoria registró dos Barberos rossinianos, uno en estudio con Serafin y otro en vivo, con Gui. Y, rara avis, un Wagner, Tannhäuser, en donde nuestra soprano perfila una poética y creíble Elisabeth. Representación de Bayreuth de 1961, con Sawallisch. Difícil de encontrar, Melodram la difundió en su día. No podemos cerrar este apartado sin recordar su juvenil y frágil, antes que dramática, Salud de La vida breve de Falla en la histórica grabación dirigida por Ernestro Halffter en 1952 (EMI 569235-2, con la posterior grabación de Fröhbeck de Burgos).

En el marco de la música vocal no operística, es preciso referirse a su estupenda intervención en el Requiem de Fauré de Cluytens junto a Dieskau (EMI 566894-2, 1962); a sus refinadas Nuits d’étè de Berlioz con Munch (RCA GD60681, 1955, más Romeo y Julieta). Capítulo fundamental es en Victoria de Los ángeles el de la canción en sus más variadas formas y nacionalidades. La canción española ha tenido en ella a una defensora extraordinaria. Debemos recomendar un álbum muy completo, que toma una gran parte de sus interpretaciones de distintas épocas en esta parcela, con piano y con orquesta y con diversos acompañantes: EMI 566937-2.

La voz joven de la soprano (1942-53) aparece en un álbum de Testament SBT1087 y su exquisito arte, lleno de volutas, para el lied, se localiza en sendas grabaciones de 1957 (BBCL 4101-2, Festival de Edimburgo) y de 1990, ya en precario estado (Collins 12472). Antes de concluir señalemos el álbum que recoge la despedida de los escenarios del pianista Gerald Moore. En este acto en vivo participaron Elisabeth Schwarzkopf, Fischer-Dieskau y Victoria de los ángeles: EMI Eminence CD-EMX2233.