Image: Terfel levanta la voz en el Real

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Música

Terfel levanta la voz en el Real

22 febrero, 2019 01:00

Bryn Terfel. Foto: Mitch Jenkins

Aunque poco frecuente por nuestros escenarios, el bajo-barítono galés Bryn Terfel llega ahora al ciclo Voces del Real para desgranar un programa que incluye obras de Wagner, Boito, Weill, Bock y Rodgers y Hammerstein.

La serie Voces del Real nos trae este viernes una verdaderamente grande: por su volumen, por su densidad, por su amplitud, por su importancia dentro de la lírica de hoy… y por el tamaño de su poseedor, el bajo-barítono galés Bryn Terfel (1965). No ha frecuentado demasiado este artista nuestros escenarios. Seguramente su última actuación en España fue en el Festival de Ópera de La Coruña, en un Falstaff semiescenificado bajo la sabia mano del desaparecido Gustavo Tambascio. Recordamos al artista en un ya añejo recital de lieder en el Teatro de la Zarzuela y en un más reciente Holandés errante de Wagner en concierto de la Orquesta Nacional hace tres temporadas. En él pudimos apreciar de nuevo su humanidad, su timbre, penumbroso y recio, consistencia y redondez, con una octava inferior muy lustrosa y compacta, un centro muelle y amplio y un agudo decente, en el que se defiende sin especiales problemas. Aunque los años pasan y el espectro no posea ya la solidez, la anchura, el brillo y la consistencia de tiempos atrás, lo cierto es que en contrapartida ha ido ganando en soltura y en dotes actorales, que exhibe apoyado en un fraseo cincelado e inteligente. Todo lo que le ha permitido y aún le permite otorgar dimensión y altura a personajes como aquel infeliz navegante en busca de redención o a figuras labradas por la mano del mismo compositor como Wotan, del que hizo años atrás una memorable creación en el Metropolitan de Nueva York en una sonada producción de Robert Lepage.

Al comienzo de su ya larga andadura, y después de haberse graduado en la Guildhall School of Music and Drama de Londres en 1989, quedó segundo en el Concurso de Cardiff, por detrás del barítono siberiano no ha mucho fallecido Dmitri Hvorostovsky. Su carrera se fue desarrollando en defensa de papeles mozartianos como Masetto, Leporello, Guglielmo o Conde hasta desembocar en el principal de Don Giovanni. En Salzburgo tuvo su gran espaldarazo al encarnar al Bautista en Salomé de Strauss, un personaje bastante más dramático, con lo que desembarcaba ya claramente en la literatura de gran dimensión.

De Terfel hemos podido apreciar su timbre, penumbroso y recio, con una octava inferior muy lustrosa y compacta

Todo ello, cuando su arte, pese a ciertos lógicos desfallecimientos, sigue estando bien arriba, nos anima a esperar con expectación este anunciado concierto madrileño en el que se van a escuchar páginas de la literatura wagneriana. Nada menos que arias de Los maestros cantores (Monólogo de las lilas), vistiendo el ropaje del zapatero poeta Hans Sachs, una figura histórica, y La Walkiria (la despedida del dios Wotan, que nos brinda las reflexiones del personaje tras haber adormecido a la desobediente Brünnhilde), uno de los fragmentos operísticos del compositor dotados de mayor grandeza.

El recital da en su segunda mitad un vuelco espectacular con la inclusión del aria Son lo spirito che nega de Mefistofele de Boito, en donde Terfel habrá de dar relieve al irónico e histriónico discurso luciferino, y con una selección del mejor musical americano: piezas de La ópera de tres peniques de Weill, Oklahoma de Rodgers y Hammerstein y El violinista en el tejado de Bock. Acompañando al cantante y dirigiendo a la Orquesta del Teatro, se situará el solvente Josep Caballé Domenech, que pondrá además en atriles el Preludio de Lohengrin, la Cabalgata de las walkirias y las oberturas de La bella Helena de Offenbach y de la obra citada de Rodgers y Hammerstein.