Aarón Zapico dirige a los músicos de Forma Antiqva. Foto: Festival de Granada/Fermín Rodríguez

Aarón Zapico dirige a los músicos de Forma Antiqva. Foto: Festival de Granada/Fermín Rodríguez

Música

El Auditorio Nacional descubre el tesoro oculto de Domenico Scarlatti

El director Aarón Zapico y su orquesta, Forma Antiqva, presentan 'La Silvia', una ópera que volverá a escucharse en un escenario 300 años después. 

23 abril, 2024 11:55

Como se suele decir, el CNDM (Centro Nacional para la Difusión de la Música) está que lo tira: en el espacio de 15 días recupera tres obras vocales barrocas, tres partituras prácticamente desconocidas hoy en día, y todo de la mano de excelentes formaciones de nuestra tierra.

Hace unas fechas La Ritirata exhumó el oratorio Il giardino di rose, de Alessandro Scarlatti; el 21 Concerto 1700 nos trajó Las amazonas de España, de Giacomo Facco, y mañana Forma Antiqva nos presentará la ópera La Silvia de otro Scarlatti, Domenico, hijo de Alessandro (hoy pasará con la misma partitura por el Auditorio Ciudad de León).

Ya sabemos que este músico ha pasado a la historia por sus 555 sonatas para teclado. Es menos conocida su producción camerística, sacra o destinada a la escena.

Recuperada y reconstruida, la ópera de domenico Scarlatti volverá
a escucharse trescientos años después

Se tenía noticia de seis óperas, la primera de ellas L’Ottavia restituita al trono, de 1703, fue recuperada hace años por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y presentada en San Sebastián por las huestes napolitanas de Antonio Florio. Pero otras siete estaban perdidas.

Hasta hoy, pues la que hacía el número cuatro, La Silvia, ha sido descubierta hace poco merced a la labor de una auténtica sabuesa, la musicóloga Nieves Pascual, siempre activa y estudiosa, tras una investigación en la Biblioteca Santini de Münster en Alemania.

Comprobó que, de las 23 piezas allí conservadas, diez correspondían a arias de los actos II y III de esa ópera de 1710, escrita sobre libreto de Carlo Sigismondo Capece, también al servicio de María Casimira de Polonia, en cuyo palacio Zuccari se estrenó.

Las arias se estructuran según el esquema barroco del aria da capo (ABA): al final de la segunda sección (B), una indicación remite al inicio de la pieza (A), que vuelve a interpretarse ornamentada con trinos, mordentes, apoyaturas, grupetos o cualquier otra figura con la que el cantante pueda mostrar su dominio técnico. Era la costumbre habitual gracias a la que los intérpretes podían exhibirse y recrear a su manera.

[Forma Antiqva 'carambea' en El Escorial]

Se supone que la plantilla debía de estar constituida por flauta travesera, oboe, tres grupos de violines, violonchelo y, dirigiendo el conjunto, presumiblemente, el propio compositor desde el clavecín.

Es posible, según la musicóloga, que Scarlatti utilizara como obertura de La Silvia su Sinfonía en Sol mayor al cumplir con dichos requisitos. La fiesta está asegurada para recibir este oculto tesoro en la sala de cámara del Auditorio Nacional.

Todo se desarrollará bajo el seguro y flexible mando de Aarón Zapico al frente de su reconocido grupo Forma Antiqva. Los solistas serán los tan adiestrados Jone Martínez –soprano ligera rozando lo lírico-ligero de timbre luminoso y adecuadas flexibilidad y extensión, fraseo matizado y esbelto–; Carlos Mena, uno de los grandes contratenores de esta hora, artista conocedor de los estilos, capaz de descubrir nuevos acentos expresivos y de colorear con sapiencia cada sílaba y cada giro; y Alberto Palacios, tenor ligero y musical, reciente ganador del Premio Pilar Lorengar.