Kirill Petrenko examina una partitura en atriles. Foto: Wilfried Hösl

Kirill Petrenko examina una partitura en atriles. Foto: Wilfried Hösl

Música

El director Kirill Petrenko lleva al Festival de Granada la 'Quinta' de Bruckner

El director ruso, titular de la Filarmónica de Berlín, desembarca en la cita andaluza con un concierto en el Palacio de Carlos V.

7 junio, 2024 01:57

Este año el Festival de Granada tiene varias citas sinfónicas ineludibles, algunas de ellas centradas en la figura del pío organista de San Florián, es decir, Anton Bruckner, autor de nueve sinfonías reconocidas y catalogadas, la última de ellas incompleta. La Quinta es un gran ejemplo de música contrapuntística centrada particularmente en el cuarto movimiento, configurado a partir de una gigantesca doble fuga.

Es una obra de indiscutible madurez, una “gigantesca catedral sonora” en palabras del musicólogo Harry Halbreich. En ella se concentra la inconmovible fe del músico, hasta el punto de que la inmensa partitura ha podido ser considerada como un acto espiritual, una demostración de amor a Dios, en tal sentido preludio de la inacabada Novena.

Por ello, en ocasiones, teniendo en cuenta también el uso del coral, ha sido bautizada con los nombres de Sinfonía de la Fe o Sinfonía Coral. Comparada con la precedente y exultante Nº 4, esta es más recogida, concentrada, espartana, severa. El compositor hace gala de un estilo contrapuntístico que no se conocía en la gran orquesta desde Bach.

La 'Quinta' es un ejemplo de música contrapuntística centrada en el cuarto movimiento, configurado a partir de una gigantesca doble fuga

La partitura quedó terminada el 4 de enero de 1878 y sobre ella se basan las modernas ediciones auténticas de Haas y Nowak. Bruckner nunca la llegó a conocer pues se encontraba muy enfermo cuando Franz Schalk la dirigió en Graz el 8 de abril de 1894. Este discípulo, aunque de manera bien intencionada, y ante la pasividad habitual del maestro, practicó en la obra sangrantes cortes que desfiguraban sobre todo el cuarto movimiento.

El concierto granadino, uno de los que se dedican al músico de Ansfelden, tendrá lugar este viernes en el Palacio de Carlos V. En el hemiciclo la Gustav Mahler Jugendorchester, dirigida por el actual titular de la Filarmónica de Berlín, el ascético y severo Kirill Petrenko, un maestro durante años oscuro que de pronto empezó a sobresalir hasta convertirse en una de las figuras más reconocidas de la dirección de orquesta. Nació en Omsk, en la antigua Unión Soviética, en 1972.

[La Filarmónica de Berlín de Kirill Petrenko]

Tuvo claro muy pronto que quería ser director de orquesta y se entregó afanosamente a ello estudiando con importantes maestros como Myung-Whun Chung, Edward Downes, Ferdinand Leitner y Semyon Bychkov. Ha pasado por distintos podios y fosos; entre estos los de Meiningen, la Ópera Cómica de Berlín, la Ópera Estatal de Baviera o el Festival de Bayreuth.

Es un músico serio y formado, enteco, de ágiles y prestos movimientos, de clara gesticulación. Sus brazos dibujan anacrusas y moldean el discurrir sonoro. Mano izquierda bastante activa a la hora de matizar y recoger, impulsar y rubatear. Continuo baile sobre el podio. Artista por tanto solvente, poseedor de las condiciones que deben llevar a buen puerto una Sinfonía como la bruckneriana.