Un momento de la puesta en escena de 'Carmen', de Bizet, que puede verse en la Quincena de San Sebastián

Un momento de la puesta en escena de 'Carmen', de Bizet, que puede verse en la Quincena de San Sebastián

Música

Vuelve Carmen, la mujer indomable que incendia el verano

Emilio López y José Miguel Pérez-Sierra lideran la ópera de Bizet en la Quincena Musical de San Sebastián y en el cine Melissa Barrera encarna el personaje de Mérimée.

8 agosto, 2024 01:23

Regresa la inmortal ópera Carmen, de Bizet, a uno de nuestros escenarios. Ya dábamos cuenta en estas páginas hace unas semanas del interés que había despertado este proyecto, que se llevará a cabo este jueves y sábado (8 y 10 de agosto) en el Auditorio Kursaal de San Sebastián en la Quincena Musical, que cumple nada menos que 85 veranos.

Nueva oportunidad, pues, de meternos en el ambiente apasionado, de lirismos extremos de esta obra maestra de Bizet para quien la ópera fue el fin de un camino de búsquedas, aunque ese fin llegara en las postrimerías de una corta vida que concluiría en 1875, muy poco tiempo después del estreno en la Ópera Cómica de París.

Eso es lo que era la obra, una opéra-comique, en el tradicional formato que alternaba diálogos hablados y números musicales, bien que estos tuvieran en este caso mucha más importancia de lo habitual. El discípulo y amigo Ernest Guiraud transformó poco después del estreno los diálogos hablados en recitativos acompañados.

“El espíritu de Carmen es tan poderoso en la España de los 50 como
en el siglo XIX”. Emilio López

Los libretistas Meilhac y Halévy eliminaron casi por completo del texto operístico el excesivo realismo de algunas escenas de la novela inspiradora de Merimée, que estimaban demasiado cruda y violenta, y cambiaron el perfil psicológico de los personajes centrales, que resultan más edulcorados en la ópera. Se dio mayor relevancia a Escamillo y se abrió una puerta al lirismo ligeramente cursi con la creación de Micaela, que actúa como engrasado contraste de Carmen.

Acerca de Carmen se ha dicho de todo: que si en ella se observan rasgos de opereta, que si es manifiesta la influencia de Wagner, pues algunas técnicas del alemán están presentes.

Rihab Chaieb será Carmen en la Quincena Musical. Foto: Gerard Collett

Rihab Chaieb será Carmen en la Quincena Musical. Foto: Gerard Collett

Aspectos que no parecen suficientes para calificar a Bizet de wagneriano.
A este respecto creemos muy acertada la opinión del director musical de la producción donostiarra, José Miguel Pérez-Sierra: “No me parece que Wagner tenga una clara influencia en la partitura, si bien es cierto que podría haber cierta inspiración a nivel armónico; sin duda la de Bizet es una música audaz para la época, y sobre todo viene de la estela de la grand opéra francesa y de la opéra-comique.

Por poner un ejemplo, Meyerbeer creo que tuvo una grandísima influencia sobre Bizet; en su música también hay bastante de Offenbach o Auber, además de una fuerte influencia del bel canto italiano”.

Lo que es innegable, y el director está de acuerdo, es la impronta hispana, ya que el compositor supo realizar un fresco de la Sevilla de la época realmente extraordinario y sorprendente, consiguiendo captar ese perfume de España en su música, sin orillar aspectos de crudo verismo, estilo en el que Pérez-Sierra ya ha hecho sus primeras armas.

Con Carmen se encuentra, explica a El Cultural, como en el jardín de su casa: “La de la Quincena será mi tercera producción. Para mí, esta ópera tiene un germen verista, sobre todo teatral, no tanto musical; es precursora del verismo que después se desarrolló en Italia”.

Igual de competente se nos muestra el director escénico Emilio López. Interesa saber sus razones para situar la acción en los tiempos inmediatamente posteriores a nuestra Guerra Civil. Y dice al respecto que “ambientar Carmen en esa época pone de relieve la lucha entre la libertad individual y la opresión social, temas centrales en la obra. Además, la rica cultura gitana y el flamenco, que florecieron durante este tiempo, aportan una autenticidad y una intensidad emocional adicionales que realzan la historia de amor y la tragedia”.

López ve claro el encaje de la gitana en esa etapa de nuestra historia, ya que “Carmen es un símbolo de pasión, rebeldía y libertad, características que son atemporales y universales. Yo la veo como una figura que desafía las normas sociales y lucha por su independencia en una sociedad en transformación. Su espíritu indomable es tan poderoso y significativo en la España de los años 50 como lo fue en la Sevilla del siglo XIX”.

No niega el regista una cierta relación entre su visión y la célebre producción de Bieito: “Comparte con ella ciertos aspectos, particularmente en el deseo de situar la narrativa en un contexto histórico que resuene con el público contemporáneo. Bieito trasladó la acción a la Legión española para explorar temas de poder, autoridad y conflicto, y yo hago algo similar al situar la historia en la posguerra española. Aunque nuestros enfoques difieren, compartimos una visión común de explorar las profundidades psicológicas y sociales del texto a través de una coyuntura histórica resonante”.

La obra cuenta con un reparto de garantía. La gitana será la joven tunecino-canadiense Rihab Chaieb, que posee una voz fresca, muy timbrada, de vetas gratamente penumbrosas. Una mezzo en crecimiento, ideal para la parte protagonista.

Quizá no lo sea tanto el tenor ucraniano Dmytro Popov, de emisión un tanto engolada, pero expresivo y fácil arriba. Técnica mejorable. Ha actuado en nuestro país en más de una ocasión. En su punto sin duda la Micaela de Miren Urbieta-Vega, una lírica de tersa emisión, de refinadas maneras. Y tonante y resuelto como Escamillo estará sin duda el bajo barítono Simón Orfila. Es un papel que ha cantado con cierta frecuencia.

Una inmigrante en el cine musical

Si sorprende que el director de escena Emilio López haya ambientado Carmen en la España de la posguerra, más atrevido aún ha sido el coreógrafo Benjamin Millepied, creador de los números de danza de Cisne negro (Darren Aronofsky, 2010) y marido de Natalie Portman, que en su debut como cineasta sitúa la acción de la novela de Mérimée en la frontera entre EE.UU. y México.

En Carmen, que llegó a los cines el 2 de agosto, la protagonista es una inmigrante que pretende cruzar la divisoria entre ambos países tras el asesinato de su madre. La muerte de un hombre sellará su destino al de un veterano de la guerra de Afganistán. Juntos ponen rumbo a Los Ángeles, donde serán acogidos por la tía de Carmen, que regenta un night club.

Al frente de este musical encontramos a Melissa Barrera, reina del grito en filmes como Scream VI (2023), y Paul Mescal, protagonista de la inminente Gladiator II (2024). Además, las españolas Rossy de Palma y Elsa Pataky cuentan con destacados papeles en el filme.