La Verbena de la Paloma
Tomás Bretón
17 julio, 2008 02:00Marina Bollaín ha trasladado la obra de Tomás Bretón al Madrid de nuestros días, situando la acción en una especie de moderna corrala por la que vemos deambular a los personajes en sus ocupaciones cotidianas, como jugar a las cartas o lavar la ropa. Hay algunas soluciones bastante arbitrarias, como sustituir al viejo boticario Don Hilarión por un desenvuelto joven o cambiar de sexo a la Tía Antonia. Y en la segunda parte se incluye una auténtica verbena de hoy, en la que se cantan y bailan rumbas. Pero, aparte de estas innovaciones, hay un gran respeto por la obra original y, sobre todo, toda la producción desprende un enorme sentido teatral.
Para ello, claro, hay que contar también con una calidad musical de primer orden, como la que ofrecen los conjuntos de la Comunidad de Madrid (un aplauso especial para el coro, que está admirablemente integrado en el proyecto) al mando de Miguel Roa, quien ofrece una lectura llena de espíritu, de gracia y de sabor. Los cantantes, casi todos jóvenes, están asimismo magníficos, destacando Amparo Navarro en Susana, José Antonio López en Julián, Marina Pardo en la Señá Rita o María José Suárez en Casta y la Cantaora (es graciosísimo el número de la peluquería, en la que lanza sus "ays" mientras le tiran del pelo). Una refrescante versión para una calurosa noche de verano.