Teatro

La "Fedra" de Unamuno llega a la Olimpia

Extravagancias de un filósofo

14 febrero, 1999 01:00

La sala Olimpia de Madrid estrena el próximo día 18 la visión unamuniana de una mujer muy querida por el mundo de la escena: "Fedra". La actriz Maribel Lara protagoniza esta obra que, dirigida por Manuel Canseco, tiene más de teatro poético simbolista que de pesadumbre noventayochista.

E l tema de Fedra viene de muy atrás, desde que Eurípides ofreció al anfiteatro griego la rivalidad Palas-Afrodita: la eterna disquisición entre la razón y la pasión, entre la cabeza y el corazón. A pesar de que Eurípides titulara la tragedia con el nombre del protagonista, Hipólito, fue el personaje de la madrastra, Fedra, el que interesó en el devenir de los siglos a Séneca, Racine, Espriú y, claro está, a Miguel de Unamuno.

Unamuno, más conocido por su vertiente filosófica y novelística, quizá "nivolística", llegó a escribir once obras de teatro y la adaptación de la Medea de Séneca, esta última a petición de Enrique Borrás y Margarita Xirgu para inaugurar, en 1934, el teatro romano de Mérida.

En su producción dramática Unamuno huye de la estructura comercial del teatro de sus coetáneos para interpretar la existencia humana, creando un teatro de conciencia, donde el conflicto se da dentro del personaje, y no fuera. Una pasión humana que tiene más de teatro poético simbolista que de pesadumbre noventayochista.

No en vano "Fedra" se estrena el 25 de marzo de 1918, veinte años después del desastre colonial, en el Ateneo de Madrid con dirección de Rivas Cherif, convirtiéndose en la primera dirección escénica de uno de los hombres de teatro más importantes de este siglo.

La obra gozó de gran predicamento desde entonces y está considerada, junto a "Soledad", como exponente del mejor teatro unamuniano. No obstante desde 1990 (y encabezada por Marisa de Leza) no gozábamos de esta "Fedra", que el director de escena Manuel Canseco, al frente de la compañía 98 Teatro nos devuelve más intensa, más artística, si cabe.

De nuevo "Fedra" vuelve a las manos de un hombre de teatro, heredero del maestro José Luis Alonso Mañes, y que prodigado en el teatro clásico supo llevar las riendas del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.

Realismo escénico
Manuel Canseco ha viajado de un don Miguel a otro, para descifrarnos la lenta agonía de una mujer enamorada, su enajenada búsqueda de la muerte, la subida al Gólgota por amor prohibido. Y para ello ha respetado el realismo escénico en vestuario y decorado, manteniendo los signos externos propios a la época en que fue escrita, para que la extrapolación temporal no distraiga innecesariamente a un espectador que recibe en toda su crudeza la simbiosis de amor y muerte. Para ello Canseco cuenta con un reparto encabezado por Maribel Lara, como "Fedra", seguida de Luis Hostalot, Rodolfo Sancho, Cristina Juan y Juan Calot. Y con la colaboración especial de Mara Goyanes como Eustaquia, la certera ama de Fedra, intensamente material, que recibirá nuevos bríos de quien no hace mucho hemos visto en "La Heredera". Bienvenida, pues, esta esperada recuperación del teatro de Unamuno, que el crítico Diez-Canedo consideró como "extravagancias de filósofo".

Manuel LAGOS