Teatro

Oro en el corral

Concluyen las obras de rehabilitación del teatro pequeño de Alcalá de Henares

13 junio, 1999 02:00

El Teatro Pequeño de Alcalá de Henares, el teatro comercial más antiguo de Occidente, abrirá sus puertas a finales de mes. Atrás quedan meses de trabajo y también de conflictos. El Ayuntamiento, propietario del edificio, y la Comunidad de Madrid, encargada de gestionarlo, parecen haber dado la espalda a un Comité Ejecutivo nombrado para supervisar las obras y dirigido por John E. Varey, gran experto en teatro del Siglo de Oro español, fallecido hace cuatro meses.

Nada hacía suponer que tras la fachada del destartalado Cine Cervantes de Alcalá de Henares se escondía un pasado por el que deambularon Lope de Vega, Calderón de la Barca y el mismo creador del Quijote. Ni que a pocos centímetros del entarimado de la sala se ocultaba el empedrado de un corral de comedias: el del teatro comercial más antiguo de Europa. Este afortunado descubrimiento se debe a la curiosidad de Juan Sanz, Miguel ángel Coso y Mercedes Higuera que, con la sospecha de que los cantos rodados pertenecían a una época anterior a los hermanos Lumière, acudieron a los archivos de Alcalá en 1981, "movidos por la intuición". Su olfato no les falló pues allí hallaron la escritura del contrato de construcción del edificio, fechada, nada más y nada menos, que en 1601 y según la cual el carpintero Francisco Sánchez "se obligava e obligó de hacer un patio de comedias en la Plaza del Mercado desta dicha villa...y se obliga que todos los días que ubiere comedias dará a esta villa dos ducados para los propios desta villa, perpetuamente para siempre xamás...".
El sorprendente descubrimiento llevó a las autoridades a constituir una comisión de investigación que confirmó el valor del edificio y, poco después, el Ayuntamiento adquirió la propiedad de este y los inmuebles adyacentes. Lo que en principio era una aventura de tres veinteañeros cautivados por el arte pronto se transformó en un asunto de interés internacional que conmocionó tanto a los expertos de nuestro país como a los del resto del mundo.

Del patio al corral
La historia de los corrales de comedias se remonta al siglo XVI. Hasta 1576 los actores de Londres habían instalado sus escenarios en patios interiores y en 1520 una plataforma que hacía las veces de escenario transformó el de una posada de Málaga en un teatro. En 1570 en Madrid había cinco "corrales".
K. Macgowan y W. Melnitz describen así los corrales en su libro "Las edades de oro del teatro": "el amplio escenario se extendía de uno a otro lado del patio. Las habitaciones y ventanas de las casas circundantes servían de balcones que disfrutaban los espectadores privilegiados... Al extremo del corral opuesto al escenario se instalaba un gran salón destinado a las damas que asistían a la representación; se le llamaba vulgarmente ‘la cazuela’... Los "Villanos" se acomodaban en el suelo que quedaba libre". A estos últimos también se les denominaba "mosqueteros" debido a la violencia de sus manifestaciones de aceptación y rechazo. Cervantes se refería al éxito de sus representaciones de esta manera: "Compuse en este tiempo hasta veinte comedias o treinta, que todas ellas se recitaron, sin que se les hiciese ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza."

Cuatro siglos de vida
Es asombroso reconocer en el Teatro Pequeño algunos de estos elementos: el foso del escenario (1601), la cazuela, varios aposentos, el peine (un enrejado de madera del que colgaban los decorados) e incluso un pozo que abastecía de agua a los habitantes de las viviendas. Sin embargo, la historia del Teatro Pequeño no se detiene en el siglo XVI. La desnudez del corral de comedias (recordemos la frase de Lope: "Dadme cuatro bastidores, cuatro tableros, dos actores y una pasión") da paso al coliseo al estilo italiano (que se logra techando el patio con unas estructuras de madera) y, más adelante, al teatro elíptico característico del siglo XIX en el que los aposentos laterales pasan a ser palcos que se cubren con elementos decorativos.
"La complejidad de este espacio escénico, en el que cada época ha dejado su huella, lleva al Ayuntamiento a organizar un encuentro internacional de especialistas en el teatro del Siglo de Oro español y a constituir un comité para recomendar las mejores actuaciones para la rehabilitación del edificio", afirma Cristóbal Vallhonrat, arquitecto municipal de Alcalá de Henares. El comité, capitaneado por John E. Varey e integrado por Sanz y Coso, entre otros, llegó a la conclusión de que "no se podía prescindir de ninguna de las épocas históricas que habían transformado el teatro -recuerda Vallhonrat- porque parte de su valor procede del paso del tiempo a través de él".
Bajo la rigurosa supervisión del comité, el arquitecto José María Pérez González, "Peridis" ha rehabilitado este espacio ideando las más ingeniosas estructuras para mantener intacto el espíritu de las tres vidas del teatro. Así, unos pilares situados sobre el empedrado permiten desplegar una plataforma por encima de los cantos rodados para subir el suelo al nivel en el que estaba en el siglo XIX. El resultado: un espacio escénico moderno, con salas de ensayo, camerinos y oficinas, en el que coexisten las diferentes etapas de la vida del teatro.
Hasta aquí la versión oficial. Sin embargo, Juan Sanz y Miguel ángel Coso, dos de los principales promotores del proyecto afirman sentirse injustamente desterrados de este: "A partir del 24 de diciembre de 1998 la Comunidad de Madrid dejó de colaborar con el Comité Ejecutivo de forma incomprensible, afirma Sanz. El mismo Varey (fallecido cuatro meses atrás) escribió una serie de cartas para intentar que el trabajo en común se reanudase pero ni siquiera le contestaron". Tras años de trabajo, el hispanista declaró a The Independent: "nos han sometido a una campaña de denigración para entregar el teatro a unos burócratas que no entienden nada".

Un proyecto internacional
Entre los frutos del comité figura un proyecto de 160 folios en el que se describe detalladamente el uso que se le debe dar al edificio: "perseguíamos la creación de un centro internacional para el estudio y la representación del teatro del Siglo de Oro que tuviese vínculos con la Compañía Nacional de Teatro Clásico y con instituciones internacionales como el International Shakespeare Globe, con el que nos puso en contacto David Castillejo, uno de los mayores especialistas en el teatro del Siglo Oro", explica Sanz. "El modelo, inspirado en el de la Royal Shakespeare Company, estaría dirigido por una fundación con patronos del Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Cultura y contaría con una compañía de repertorio propia". Para Sanz, la rehabilitación del edificio no tiene sentido si no existe un plan coherente que regule su utilización: "El nuestro es un proyecto conciliador en el que están implicados expertos de todo el mundo". Su libro, "El Teatro Cervantes de Alcalá de Henares", publicado en Tamesis Books (editorial especializada en estudios hispánicos fundada por el mismo Varey en 1963), ahonda en los resultados de muchos años de investigación.
Sobre los planes de la Comunidad poco se sabe, sólo que en el interior del edificio se fundará un museo que mostrará su evolución a lo largo del tiempo y que este seguirá funcionando como teatro: "Pretendemos integrarlo en la Red de Teatros de la Región y convertirlo en sede del Centro Dramático Regional", un organismo sobre el que la Comunidad elude pronunciarse.
De momento, en el año 2001 se celebrarán en el Globe de Londres los cuatrocientos años de vida ininterrumpida del Teatro Pequeño de Alcalá de Henares, "Con la Comunidad o sin ella", concluye Sanz.
El tiempo dirá.