Cráneos privilegiados reunidos
La noche de Max Estrella peregrina de nuevo
12 abril, 2000 02:00Mañana las gentes del teatro se reúnen por tercer año consecutivo para celebrar La Noche de Max Estrella, un viaje por Madrid siguiendo las huellas de la conocida obra de Valle-Inclán, Luces de Bohemia. En esta edición se presenta, además, la Irreal Academia del Esperpento.
Si Leopold Bloom y Stephen Dedalus tienen su 16 de junio dublinés, el ya famoso Bloomsday, por qué Max Estrella y Latino de Hispalis no han de tener su 3 de marzo madrileño?, me dije hace unos cuantos años. Una pregunta que no pocos amantes de Luces de Bohemia, y de don Ramón María del Valle-Inclán, y de Ulises, y de James Joyce, a no dudar, se habían hecho.La comparación era fácil. La odisea del judío y su Telémaco ocurrió para Joyce aquel mismo día en que Nora Barnacle le mostró su afecto por vez primera corriendo el año 1904. Y la peripecia de Max y su lazarillo bien pudo ocurrir el 3 de marzo de 1909, jornada en la que murió Alejandro Sawa, modelo indicutible no sólo del poeta ciego sino de su taimado amigo, al tiempo que del propio Valle-Inclán.
Al momento, por un mandato difícil de explicar, hubo que seguir las huellas del peregrinaje de Max Estrella por un Madrid cargado de significaciones y de guiños históricos, una ruta en la que ya nos había introducido Alonso Zamora Vicente, gran conocedor tanto de Valle-Inclán como de Madrid.
Con la colaboración de estudiosos de Valle-Inclán, como el propio don Alonso, Ricardo Doménech, Jorge Urrutia, César Oliva, Ricard Salvat y otros amigos, el itinerario se hizo solo. Además, a través de otro gran valleinclaniano, Juan Antonio Hormigón, supimos que el ahora muy galardonado Carlos álvarez Novoa (Solas) había realizado su tesis doctoral sobre la trágica peregrinación.
Con lo cual, a La noche de Max Estrella sólo le faltaba ponerse a andar. El imparable Círculo de Bellas Artes, con César Antonio Molina en la Dirección, que había ya instituido la lectura del Quijote en la celebración del Día del Libro, el 23 de abril, nos instó para que nos sumáramos a la fiesta. No era el 3 de marzo, pero que, en la fecha de la muerte del Manco de Lepanto, participara el otro Manco de nuestra literatura -el de la Puerta del Sol, por la agresión del repórter Manuel Bueno-, no estaba mal. Por otro lado, en su día, el teatro de Cervantes había sido tan incomprendido como, también en su día, el de Valle-Inclán, y, en los dos casos, gracias a dar sus textos a la estampa podíamos gozar de sus propuestas teatrales. Luego, ¡viva el teatro en el libro!
De esta forma, nació La noche de Max Estrella, que llega ahora, el próximo día 13, adelantado Día del Libro en este año 2000, a su tercera edición. Contreras y Gómez, los tertulianos y bufanderos, y Luis Araujo son los intendentes de una celebración en la que han participado los estudiosos arriba citados y otras gentes del mundo de la cultura y la política: Umbral, Espert, Esperanza Roy, Paloma Pedrero, Carlos Hipólito, Lourdes Ortiz, Alicia Moreno, José Luis Gómez, Flotats, Manuel de Blas, Miralles, Yolanda Pallín, Ortiz de Gondra, López Mozo, Miguel Rellán, Saturnino García, José Tamayo, Villapalos, Pablo Castellano, Monleón, Juan Carlos Doadrio, José María Pou, Rosana Torres, Itziar Pascual, Centeno o Magöi Mira.
En esta tercera edición se va a crear la Irreal Academia del Esperpento. El Presidente de esa república esperpéntica será, cómo no, don Alonso Zamora Vicente, sumo sacerdote de las dos primeras aventuras. Y en la fiesta de esta año participarán algunos veteranos como José Luis Gómez, rindiendo homenaje al admirado Calderón de Valle-Inclán, en su 400 aniversario; Urrutia, que glosará el descubrimiento de una placa en la Buñolería Modernista de San Ginés, al cumplirse 100 años de la loa de Rubén al primer modernista de España, o Alberto Miralles, que librará un singular combate dialéctico. También intervendrán nuevos peregrinos, como el director del CDN, Juan Carlos Pérez de la Fuente; la actriz Ana Marzoa; el periodista José Luis Gutiérrez, que rememorará a Manuel Bueno; el actor Manuel Tejada, en el Callejón del Gato; el crítico Javier Villán; Sisa y sus heterónimos; Karola Eskarola, como Musa Augusta de un espectáculo dirigido por Juanjo Granda; finalizando la noche en Sol, en las primeras horas del 14 de abril, a un tiro de piedra de donde estaba, en Montera, la Taberna de Picalagartos, con una Danza afrodisíaca bailada por doctorandas de la Real Escuela de Arte Dramático. Y, ojo, ante el Congreso y la estatua de Cervantes, estará el diputado José Antonio Labordeta. A partir de esta Noche de Max Estrella la Irreal Academia de Esperpento tendrá abierta sus puertas. Que no se inquiete el director de la Real, nuestro querido y admirado Víctor García de la Concha. Esta Academia -esta República de las Letras- no es de este mundo.