Teatro

Calderón en Roma

Tamayo lleva al Vaticano "El gran teatrro de mundo"

21 junio, 2000 02:00

Paco Valladares encabeza el reparto de El gran teatro del mundo, el Auto Sacramental de Calderón de la Barca, que José Tamayo dirigirá el próximo 24 de junio en la gran sala de audiencias del Vaticano, ante más de seis mil personas. Después volverá a España.

Como un rey sol, Calderón iluminó el horizonte teatral del Siglo de Oro, elevando el Auto Sacramental a género dramático con luz propia y al que consagró 80 obras. Lo sacó de la órbita de las fiestas del Corpus Christi que lo vieron nacer para convertirlo en remanso de un teatro de ideas que contenía la esencia -en contenido y formas- de su universo teatral.

En plena celebración del 400 aniversario del nacimiento del áureo dramaturgo, el director José Tamayo vuelve a sacar brillo a los Autos Sacramentales con su montaje de El gran teatro del mundo, que se estrena el próximo día 24 -sólo estará un día- en el Aula Pablo VI del Vaticano, tras su paso en los dos últimos años por algunas de las catedrales más hermosas de España.

Una partitura original de Antón García Abril -junto a temas de Falla-, una escenografía de Gil Parrondo y las 30 voces de la Coral Polifónica de Madrid arropan a la compañía Lope de Vega que dirige Tamayo en esta producción con Paco Valladares al frente de los actores. "El gran teatro del mundo -explica Valladares-
resume todo el pensamiento filosófico de Calderón y te lleva a una gran reflexión sobre la vida. En manos de Tamayo, la obra queda potenciada sobre todo en el cuidado del verso, que es donde él hace mayor hincapié; no le da una lectura moderna, porque el texto ya lo es por sí mismo". Valladares -que tras el preestreno hace dos años sufrió un infarto que lo retiró inicialmente del proyecto- no ha dudado en volver a meterse en la piel de "El Mundo", su alegórico personaje.

Ritmo y musicalidad


Junto a él, Pepe Rubio, Vicente Gisbert y Francisco Grijalvo han desentrañado la filosofía calderoniana que envuelven sus versos. "Declamar, sobre todo en Calderón, es muy complicado -asegura-. La fórmula es hacerlo de forma madura, conservando el ritmo y la musicalidad".

Sentido de la grandiosidad y espectáculo, combinado con la experiencia de Tamayo en los Autos Sacramentales -en 1952 representó por primera vez El gran teatro del mundo, y en el año 53 La cena del Rey Baltasar, otro de los Autos de tema moral-. Sin embargo, el hecho de que el montaje se represente en espacios tan grandes como La Mezquita de Córdoba -donde acudieron miles de espectadores-, o el Aula Pablo VI, conlleva unas dificultades técnicas y, sobre todo, actorales que sólo mitiga la belleza del entorno. "Adaptarse a estos escenarios es muy difícil -confirma Pepe Rubio- porque las distancias son muy grandes, y tienes que proyectar la voz para que llegue hasta el último matiz de tu trabajo". Este espectáculo viene avalado por unos versos que tienen garantía perpetua. A España llegará los días 1, 2 y 3 de julio en Salamanca, y más tarde a Toledo, Huesca y Oviedo.