Image: El siglo de Calígula

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Teatro

El siglo de Calígula

Hoy se estrena en Santiago la obra de Camus

1 noviembre, 2000 01:00

Considerado como el mejor texto dramático de Albert Camus, Calígula se estrena hoy en el Salón Teatro de Santiago de Compostela por el Centro Dramático Gallego. Protagonizada por Antonio Durán "Morris", la pieza ha sido dirigida por Manuel Guede. La versión ofrece una reflexión sobre la centuria pasada a partir de los excesos de poder que llevaron al fascismo y las guerras.

Fue el propio Camus quien definió su Calígula como una "tragedia de la inteligencia", quien advirtió de que el mensaje del que fue uno de sus grandes textos podría ser uno de los lemas del mismísimo Perogrullo: "Los hombres mueren y no son felices". "Calígula es un compendio pavoroso de la sinrazón del siglo veinte", opina el director del Centro Dramático Galego (CDG), Manuel Guede. El CDG se viste de estreno hoy y lo hace con el Calígula de Albert Camus.

La propuesta, que dirige el propio Guede, parte en lo fundamental de la comprensión del texto como una radiografía del ser humano y la respuesta social a ciertos excesos del poder; de las razones que movieron a las personas -en última instancia, a las naciones- a subirse en el barco de los fascismos y las grandes guerras, esas marcas del siglo que ya terminó.

Si Camus situó su reflexión en la época del Imperio Romano, Guede ha optado por convertir la referencia cronológica en un punto de partida para un espectáculo que, en lo visual, aproxima la historia a los tiempos que corren. El texto se prestaba, su mensaje reduce la situación temporal a lo circunstancial, y al director del CDG debieron de resultarle sencillos los cálculos.

Habla Guede: "Para que pueda existir un Calígula tiene que haber una sociedad desmovilizada y presa del miedo. Desde que apareció -Calígula- como personaje histórico, apenas se modificó la cara de un dictador ni el servilismo de quien lo padece. Así que, en el montaje, intento hacer una especie de tránsito entre lo sincrónico y lo diacrónico, entre la historia de Calígula y la manera en la que la puede recibir hoy alguien".

Esa apuesta del director del CDG se traduce, durante el espectáculo, en la casi total desaparición de las referencias visuales a la época del Imperio Romano. Las vestimentas de Calígula -interpretado por el veterano actor Antonio Durán "Morris"- sólo reivindican aquellos años durante unos instantes. Lo que viene después, para todos los personajes, son modelos del modisto gallego Antonio Pernas, ropa de catálogo, de la que el diseñador ha puesto en el mercado. Y, todo ello, en el marco de una escenografía ideada por el arquitecto Iago Seara, el mismo que proyectó algunos de los establecimientos comerciales de Pernas.

Escenografía y vestuario dan una medida del repertorio de intenciones sobre el que reposa el nuevo espectáculo del CDG: un minimalismo visual que impacte pero no contamine un mensaje, a la sazón, perfectamente actual. Las "apuestas en el aire" -creaciones- de Guede a partir del texto (introduce, entre otros elementos, una pantalla para la proyección de imágenes) buscan redundar en algunos de los leit motiv del Calígula de Camus: siempre el mensaje, la reflexión, la referencia a ciertos aspectos invariables en el horrendo espectáculo de las dictaduras.
Para el papel de Calígula, el director ha querido contar con un actor veterano -Morris- que por su constitución física no desvirtúa la juventud de la que Albert Camus dotó al protagonista de su historia dramática.

El mejor Calígula gallego

Guede lo tiene claro: "Es el mejor Calígula posible del teatro gallego. Si este país tuviese otros diez actores con un compromiso por su trabajo como el de Morris, nuestra realidad teatral sería bien distinta". A Morris lo acompaña sobre las tablas, entre otros, Xosé Manuel Olveira Pico, que encarna a Helicón. Pico fue uno de los artífices del mayor éxito alcanzado por el CDG en los últimos años. él era Simbad en el Si o vello Sinbad volvese ás illas que abrió la temporada 99-00 del Centro Dramático Galego. El elenco lo completan algunas caras nuevas en la institución y veteranos o habituales como Gonzalo Uriarte y Alfonso Agra.

Con Calígula, el CDG inicia una temporada en la que sólo presentará dos espectáculos más. La Cacatúa Verde de Artur Schnitzler, lo sucederá en cartel el año próximo.