Image: Excéntricos en la pista

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Teatro

Excéntricos en la pista

El Cirque Eloize actúa en Barcelona

6 diciembre, 2000 01:00

Primos hermanos del Cirque du Soleil, pero de dimensiones mucho menores, Eloize es la nueva revelación circense de Canadá. El día 12 se presenta en el teatro Victoria de Barcelona con Excentricus, su segundo espectáculo.

Hace un año esta compañía original de Canadá, el Cirque Eloize, provocó el entusiasmo del público que asistía a la Feria de Teatro de Tárrega con su espectáculo Excentricus. Ahora, el Teatro Victoria de Barcelona acoge, a partir del día 12 y hasta finales de mes, a esta formación integrada por 20 artistas y músicos que hacen de todo en el escenario: malabares, trapecio, equilibrio, payasadas..., números tradicionales de circo que mezclan con danzas a ritmo de música de rock.

Siete jóvenes artistas procedentes de las Islas Madeleine, diplomados en la Escuela Nacional de Circo de Montreal y antiguos miembros del Cirque du Soleil fundaron en 1993 esta compañía. La bautizaron con el nombre de Eloize (que se pronuncia el-was) en referencia a un fenómeno meteorólogico que indica destellos de calor.

Lo cierto es que no pudieron nacer en mejor sitio, Quebec, ciudad que presume desde los años 80 de ser uno de los ambientes más proclives para el desarrollo de compañías y artistas circenses, y de ser el observatorio ideal de las diversas tendencias que hoy se dan de este arte. De allí son también el Cirque du Soleil, de mayores dimensiones que éste pero que como Eloize anda artísticamente enfrascado en el nuevo circo. En apenas ocho años, la formación ha obtenido el reconocimiento del público de su país y ha recorrido con sus espectáculos los cinco continentes.

Segundo montaje

Excentricus es la segunda producción que han hecho y una de las dos que en estos momentos tienen de gira (la otra, Cirque Orchestra, la estrenaron en 1999 en colaboración con la Orquesta Metropolitana de Montreal). Excentricus llega a Barcelona muy rodado. Estrenado en 1997 y paseado por numerosos festivales internacionales, entre ellos el Fringe de Edimburgo, el espectáculo es una atrevida versión de lo que hoy se denomina nuevo circo, en el que la ausencia de animales es norma y que se basa en conjugar números tradicionales circenses y otros contemporáneos que muestren el virtuosismo físico de sus artistas con géneros teatrales y coreógraficos.

En Excentricus se dan cita 17 artistas, entre acróbatas, payasos, bailarines y músicos. Dirigida por Christine Rossignol, la función combina números aéreos con malabares y acrobacias a ritmo de rock sinfónico, fusión de jazz-rock y baladas pop que interpreta una banda de guitarras, batería, teclados y bajo. Por supuesto, hay espacio para el humor. Un jefe de pista de aspecto terrorífico dirige la función, con resultados que aparentemente parecen caóticos pero que permiten un desarrollo de la función a ritmo trepidante. Fuertes imágenes que conforman un universo que a veces adquiere tintes futuristas, otras tiene mucho de vanguardia mientra en ocasiones da la sensación de estar presenciando un número de juglares tradicionales en una plaza de la Edad Media.

Entre los números más aclamados del espectáculo figura el del acróbata que convierte una bicicleta en una pareja sensual de baile al tiempo que realiza saltos a ritmo de música flamenca; también el del artista que escala una gruesa cuerda que desciende del cielo realizando posturas de ballet o colgándose boca abajo mientras la audiencia contiene la respiración; o el artista Daniel Cyr que desarrolla ejercicios gimnásticos andando con una escalera sobre una plataforma inestable. También hay dos payasos, que incitan continuamente al público a participar, especialmente a los más pequeños. En total, por la escena desfilan diez artistas, de los que cuatro son acróbatas, tres trapecistas y otros tres son equilibristas y manejan bicicletas. Además, la gran ventaja del espectáculo es que emplea un idioma universal, el lenguaje del circo.

Otros circos

Por otro lado, durante el mes de diciembre varios circos coincidirán en Barcelona. Este mes es una ocasión perfecta para comprobar las diversas tendencias del arte circense, uno de los más antiguos. El Teatro Nacional de Cataluña estrena, del 21 al 30 de diciembre, A banda, a cargo del Ateneu Popular 9 Barris y dirigido por Xavi Mateu. Se trata de un ejemplo más del nuevo circo. Pero si se prefiere un circo más tradicional, el Gran Circo de Moscú sobre hielo (Circo Shan-gri-la), que actuará en el Palacio de los Deportes a partir del 23 diciembre. Además, numerosas salas aprovechan las vacaciones para incluir este género en sus programaciones.