Image: El movimiento se rebela

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Teatro

El movimiento se rebela

Madrid acoge el Festival Danza en Diciembre

6 diciembre, 2000 01:00

La danza no es sólo baile. También es mestizaje con otras artes y, en algunas ocasiones, investigación. Eso es lo que quiere confirmar el festival "Danza en diciembre", una iniciativa abandonada por el INAEM y que han recuperado las salas alternativas Pradillo y Ensayo 100 de Madrid. Desde hoy y hasta el día 17 se estrenarán cinco coreografías rupturistas de artistas españoles y extranjeros.

Fusión no es igual a confusión. La demostración de este aserto se puede encontrar en las propuestas de las cinco compañías que copan "Danza en diciembre", donde los límites de la danza clásica se diluyen en territorios del teatro gestual, la música en vivo, el arte plástico y la imagen. Es esta propuesta rupturista de las compañías, junto al formato del festival -dos espacios y cinco elencos- lo que hacen de él un interesante escaparate de investigación.

Recuperación

El certamen recupera el espíritu del ya extinguido "Escena contemporánea", que organizó el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas. La Sala Pradillo ha sido la encargada de retomar esta iniciativa que el año pasado se presentó bajo el nombre de "De cuerpos... bien presentes" y al que este año se ha sumado Ensayo 100. "Danza en diciembre" es el resultado de una suma de esfuerzos, de empeños continuadores y de ánimos renovadores que, por cierto, apenas cuentan con apoyo institucional.

Para la creadora y bailarina Nekane Santamaría, que presenta Intervenciones junto a Juan Loriente -los días 11, 12 y 13 en Ensayo 100-, "es necesaria la existencia de iniciativas como la de ‘Danza en diciembre’. No sólamente como plataforma para los propios creadores, sino porque es casi la única oportunidad de ver trabajos de investigación más rupturistas. Certámenes como ‘Madrid en danza’ están muy bien, pero lo que ahí se presenta está más vinculado a la tradición. ésta es otra propuesta distinta".

Intervenciones reúne bajo una misma coreografía texto, música y movimiento. Hija de la formación de sus autores -tanto Santamaría como Loriente han trabajado en teatro con La Fura dels Baus y OdinTeatre- esta creación es un ejemplo del espíritu de fusión e investigación que preside el certamen. "Es una especie de performance, un estudio sobre el movimiento entendido no sólo como bailar, sino como un estado del cuerpo que se produce al decir un texto o al realizar una acción cotidiana".

El movimiento entendido como foco de creación. La danza vivida en la fusión con otras artes. Todo esto hace a las cinco propuestas de "Danza en diciembre" un crisol de lenguajes creativos donde el coreógrafo propone y el público dispone.

A partir de los cuerpos desnudos de los bailarines se puede crear música, o de una frase dicha surge un movimiento bailado. Así lo recoge Nadando bajo el agua, una creación de Daniela Libé para la compañía Morocha Mordaz que se estrenará los días 14, 15, 16 y 17 en Pradillo.

Influencias árabe e hindú

Diez piezas componen esta coreografía que recoge la concepción de la danza y del arte de Libé. En ella hasta la música -en directo- ha sido creada íntegramente para este espectáculo, donde se recuperan influencias del arte árabe e hindú. "El arte no consiste en ponerse límites, sino en crear, en indagar, en fusionar. La técnica en la danza -explica Libé- no dice nada si no hay fuerza o algo que contar".

Alejandro Morata, de Provisional Danza, con Nadie, los días 6, 7, 8 y 9; la compañía austríaca de Willi Dorner con Intertwining -días 6 y 7-; Carlos Fernández con Confesiones obscenas -6, 7, 8 y 9- cierran la programación de este "Danza en diciembre", del que muchos esperan que tenga su continuación en próximas temporadas.