Image: Instintos sobre el Diván

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Teatro

Instintos sobre el Diván

Gerardo Malla estrena "Madame Raquim", de Zola

7 marzo, 2001 01:00

Boceto de Joaquim Roy para la ecenografía

Más de treinta compañías nacionales e internacionales actuarán en la quinta edición de Teatralia, que se celebra desde el viernes hasta el 31 de marzo. El certamen, que pretende acercarse al público más joven y que engloba diversas tendencias escénicas, se desarrollará en 50 escenarios concertados por la Comunidad de Madrid.

La vimos hace poco sobre un escenario. Entonces era para recoger su premio Goya como mejor actriz por la película de José Luis Garci You are the one. Ahora, Julia Gutiérrez Caba vuelve a subirse a un escenario, en esta ocasión para interpretar a una de las heroínas de la narrativa de Emile Zola, padre del Naturalismo francés. Madame Raquim es el personaje que la vuelve a poner bajo las órdenes de Gerardo Malla, director con el que ya trabajó hace dos años. Ambos califican esta nueva aventura juntos de "montaje sólido, de factura impecable", resultado de dos imparables meses de ensayos. "Existe un ‘teatro simplón’ -dice Malla- que busca lo que los espectadores quieren ver y que se olvida con la misma facilidad. Frente a esa oferta imperante, Madame Raquim va a sorprender por su rigor y porque apela a la inteligencia del espectador mediante un estudio de caracteres y una intriga constantemente mantenida".

Los actores Manuel Tejada, Paula Sebastián y Juan Antonio Quintana completan el reparto de esta obra que mezcla el suspense y el misterio con un teatro psicologista que ha sido lo que más ha atraído a Malla. El asesinato del hijo de Madame Raquim sitúa en escena a cuatro personajes representativos de la parisiense burguesía media de mediados de siglo XIX. A partir de ahí, Malla indaga y explica sus comportamientos. "Me atraía hacer un estudio de caracteres, que es el pilar del teatro en el que me encuentro bien trabajando, el basado en las interpretaciones de los actores. Sin construir arquetipos trato de explicar a esos personajes, por qué asesinan, por qué aman, por qué odian, por qué se sienten culpables". No hay que olvidar que la obra Thèrese Raquim, en la que se basa la obra, fue escrita en 1867 y recoge la herencia postromántica y naturalista.

ángeles y asesinos

Ahora, Freud y su teoría del psicoanálisis dan el salto al teatro. "Todos llevamos un criminal dentro, aunque la represión inconsciente a veces impida que se muestre- dice Malla-. Todos podemos ser ángeles seráficos o asesinos".

Julia Gutiérrez Caba da vida a Madame Raquim, una mujer que asiste al asesinato de su hijo en su propia casa y a manos de alguien cercano. La búsqueda de la mano ejecutora cambiará radicalmente su vida. "Raquim -explica la actriz- es uno de los papeles más interesantes con los que me he topado. Es una mujer de personalidad muy rica, y fuerte que afronta las adversidades. Además resulta muy interesante como representación de aquellos años".

Un asesinato pasional, un adulterio en medio de un ambiente decimonónico. El amor lleva a un crimen. Freud demostró que los instintos pueden jugarnos malas pasadas. Pero en una época en la que la clase social limitaba las acciones de los hombres, Zola demostró cómo las vilezas y grandezas no dependen del estatus social, sino que son asuntos que atañen a la naturaleza del ser humano. Y buen ejemplo de ello es Laurent, el personaje interpretado por Manuel Tejada, que desde el principio se nos revela como asesino sin que la obra pierda el clima de misterio. "Mucha gente que asista a esta obra se va a ver reflejada en Laurent o Thérese, la pareja asesina, porque todos somos capaces de cometer esos mismos actos que alguna vez hemos condenado. Según esta obra, el alma también está dominado por la necesidad física, y todos alguna vez hemos vivido una pasión parecida", dice Tejada.

Autor obsceno

Este descubrimiento de las debilidades humanas explicadas a través de los instintos fue un aldabonazo para la época y le valió a Zola el calificativo de escritor "obsceno", calificativo que se sumaría a los de "socialista y democrático" atribuidos por obras suyas como Germinal. Con este montaje, que inicia en Granada una gira por España con parada en Madrid el próximo otoño, Gerardo Malla vuelve al teatro después de dirigir la zarzuela El hijo fingido el pasado mes de febrero.

"Con Madame Raquim vuelvo a dar un salto en mi producción después de esa incursión lírica, que fue algo más lúdico, lleno de música, color y vistosidad". Pero sobre todo, Madame Raquim es el resultado del compromiso "ético" de Malla como director teatral, un compromiso que intenta saldar en cada nuevo proyecto. "Quiero defender unas ideas que son válidas para mí, sobre las que se sustenta mi teatro y con el que quiero apelar a la inteligencia del espectador. Eso está en este montaje, que creo que aporta frescura y rigor a la cartelera actual".