Image: El juego de ojos de Linterna Mágica

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Teatro

El juego de ojos de Linterna Mágica

La mítica compañía de Praga llega al Coliseum de Madrid

9 mayo, 2001 02:00

Imágenes salidas de la nada, actores suspendidos en el aire, música, danza. El teatro se convierte en un sueño en el que todo es posible y las artes se mezclan gracias a la luz de la Linterna Mágica, el mítico teatro checo que se ha convertido en toda una institución teatral. Dirigida por Josef Svoboda, la compañía llega hoy a Madrid para celebrar las 5.000 representaciones de su montaje más representativo: Wonderful Circus. El sueño del Este ya está aquí.

Praga tiene una asombrosa capacidad para exportar símbolos: Kafka, Smetana, Mucha... Sin embargo, la ciudad del Moldava ha regalado a la escena mundial una forma de hacer teatro que no tiene nombre propio pero que se ha convertido en toda una institución dentro y fuera de su natal República Checa: la Linterna Mágica. Ahora, la compañía que dio nombre a lo que ya es todo un género teatral vuelve a España, tras once años de ausencia, para recordar al público europeo los ingredientes de su estilo mágico. Un estilo propio esencializado en su montaje Wonderful Circus que mezcla la pantomima, la danza, la música, las proyecciones y la técnica del "teatro negro", origen del género del mismo nombre.

Un estilo único

El propio director de la compañía, el checo Josef Svoboda, señala a EL CULTURAL que es algo más que una mezcla de estilos. "Nosotros -explica- hemos creado nuestra propia fórmula y es única porque ningún teatro europeo ha hecho lo mismo hasta ahora". La palabra, cimiento del teatro clásico, se esconde en la oscuridad del negro telón de fondo sobre el que se escriben otros lenguajes: el del cuerpo, el de las imágenes, el de la música...
La mítica compañía de la "Laterna Magika" -el nombre original en checo- vuelve a España con su montaje más emblemático y el más antiguo de los cinco -cumplirán en Madrid las 5.000 representaciones- que la compañía tiene actualmente en repertorio: The Trap, Puzzles, Odysseus, Casanova y el Wonderful Circus que se repesenta en la capital. En este montaje se inicia un viaje a las confrontaciones de la vida, a la lucha de opuestos: la felicidad y la tristeza, la fortaleza y la debilidad... Un peregrinaje por la vida que se convierte en un cuento fantástico. La música del piano y un cuerpo de ballet acompañan eventualmente a las proyecciones y a los propios actores "que parecen volar sobre el escenario gracias a la técnica del teatro negro", comenta Svoboda, convirtiendo así el montaje en una especie de cuento onírico. La originalidad de esta propuesta ya sorprendió hace medio siglo, cuando en la Expo de Bruselas de 1958 la compañía presentó su Laterna magika. El éxito fue tal que a partir de ese momento se convirtió en toda una institución: un año más tarde dio nombre al teatro homónimo en la capital checa.

La compañía, con 43 años a sus espaldas, se creó bajo la dirección del Alfred Radok, director del Teatro Nacional de Praga desde 1948 hasta 1968 de forma interrumpida. En 1956 formó parte de un grupo de artistas que crearon la Linterna Mágica, de la que fue su director. Sus montajes en las Expos del 67 en Montreal y la de 1970 en Osaka lanzaron su nombre al ámbito internacional.

Técnica al servicio del arte

El trabajo de Radok en la compañía, que lo situó en la lista de los directores más innovadores del tea-
tro checo del siglo XX, fue continuado por Svoboda desde 1973 hasta hoy. Autor de 700 escenografías en montajes internacionales, ha sabido mantener la tradición que caracteriza a la Linterna. En ella la técnica está puesta al servicio de los sueños. "El principio de la Linterna es que ‘el teatro no tiene sentido sin imágenes y las imágenes no tienen sentido sin el teatro’-dice Svoboda-. Y ese principio es el que llevamos a cada uno de nuestros montajes, donde buscamos nuevas relaciones entre estos dos medios. Eso ha caracterizado nuestro teatro, que ha aportado mucho al europeo sobre todo a partir de los años cincuenta. Esto viene a demostrar que la escena checa está muy viva, y no sólo por el trabajo de Linterna mágica y del ‘teatro negro’".