Teatro

Un pretexto metafórico

25 julio, 2001 02:00

Ricardo y Elena era el nombre de mis padres. Es, además, el título de la obra que presento en Edimburgo. Con este título, alguien podría pensar que se trata de una obra autobiográfica o referida a mi ámbito familiar, pero no es así.

Esta obra no tiene una línea argumental, pero sí un hilo conductor a través de la música; en esta ocasión agitada por la evolución de una estética combativa. Es evidente que cuando una profesión, en este caso la musical, es vivida con toda la intensidad posible condiciona

absolutamente la existencia del propio individuo-músico. También es evidente que el propio individuo-músico, utiliza su total dedicación y concepción de la música para dar un sentido a su propia existencia.

Esta convivencia, es la que dinamiza el impulso creativo que se manifiesta de las formas más diversas, pero siempre ligadas a unas coordenadas inevitables que en esta obra son mostradas juntamente con el producto estrictamente musical. Digo inevitables porque son implacables y te obligan a reflexionar alrededor de un producto que ya existe y que en algún momento necesita una aproximación complementaria. Hasta llegar al momento actual, han pasado muchísimas cosas, algunas de las cuales, ni siquiera recuerdo.

Pero a pesar de esto existe un resultado final que hay que aceptar. Ricardo i Elena es unos de los tantos padres en blanco y negro que conformaron toda una época y que con mucho trabajo algunos de ellos han conseguido su propia representación en color; y dentro de este espectáculo son un pretexto metafórico que sirve para ordenar una serie de elementos determinantes que ayudaran a mostrar una obra que ahora convive conmigo en absoluta normalidad. Uno de los objetivos es demostrarme a mí mismo que lo que ha pasado es lo mejor que podía pasar. No se trata de una justificación, pero sí de un balance de toda una serie de manifestaciones que vistas desde la distancia confirman que no podía ser de otra forma. Es un trabajo referido a mí mismo, hecho con cautela, con humor, con serenidad y con todo asumido.