Image: Cabaret canalla

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Teatro

Cabaret canalla

Las salas Pradillo y Triángulo recuperan un género olvidado

12 septiembre, 2001 02:00

Fumando, bebiendo, simplemente observando.... libertad de actitudes para un género aperturista y relajado. Vuelve el cabaret, y lo hace cargando las tintas en la denuncia social, en clave musical y con mucho humor. Risas y cigarrillos se mezclan en los ciclos que dedican las marileñas salas Pradillo y Triángulo a este género. La primera lo hace con "Noches de cabaret continuo", a partir de mañana, y donde se podrán ver montajes como Carne de Video Club, de los aclamados Radio Rara. La sala Triángulo ha programado sus "Noches golfas" donde se presentará Hamorrisa, de Angélica Lidell. Estas propuestas demuestran cómo el pequeño formato no es incompatible con la brillantez de la palabra y la crítica ácida. Después de un injusto olvido, el cabaret berlinés recupera su protagonsimo.

Afiladas frases de crítica social se disuelven en el aire entre el humo de los cigarrillos. Acordes entre cuatro paredes, monólogos con sabor a café, alcohol, sketchs encadenados con la sonrisa del público cómplice. El cabaret se olvida del acento alemán, la estética berlinesa de los años veinte y treinta y se pierde entre la ropa sport de unos actores que prefieren el vaquero a las medias de rejilla y el tacón afilado. Pero conserva las mismas intenciones: la cercanía al público, y la visión crítica y llena de sorna de ciertos aspectos de la actualidad.

Después del silencio, el cabaret resurge con más fuerza que nunca y late entre la cámara negra de salas alternativas como las madrileñas Pradillo y Triángulo que revitalizan con sus propuestas de "Noches de cabaret continuo" y "Noches golfas", respectivamente, este género descarado, provocativo, de pequeño formato y lleno de contestatarias intenciones. Estas dos propuestas son sólo una muestra del interés que despierta entre programadores y compañías el cabaret y el café teatro, dos géneros abiertos, que se mezclan, y que resultan a veces el único medio de dar a conocer los trabajos de nuevas y pequeñas compañías que suplen la falta de medios económicos con ingenio y diálogos envenenados con ironía.

Libertad creativa

Las "Noches golfas" comenzaron a programarse el año pasado. Para esta temporada, el cartel lo componen Carol y Lola -hasta el día 15 -, Allá él de Concha Romero y dirección de José Luis Checa -a partir del 21 de septiembre- y Hamorrisa, de Angélica Lidell -del 12 al 27 de octubre-. El programa de "Noches de cabaret continuo" de Pradillo presenta desde mañana y hasta el 22 de septiembre Carne de video club de Radio Rara, ZY de Sal de mi vida y Su primera locura ¿Queeeé? de Kynce Teatro.

Para Vicente León, responsable de las "Noches de cabaret continuo", el cabaret es un género que siempre existirá debido a la libertad creativa que ofrece y a su "estilo abierto. Provoca la risa, es inmediato y además tiene la facilidad de adaptarse a muchos espacios. Nuestra sala no podía obviarlo si queremos tener una programación contemporánea coherente".

Exagerado y bufo, el cabaret nació como forma de crítica y protesta contra el sistema. Aunque actualmente el sentido del compromiso y de denuncia con el que nació está en peligro de extinción si las compañías acaban permitiendo que la risa anule a la crítica. Raúl Pérez, coordinador de las "Noches golfas" alerta sobre ello. "Creo que hay muchas compañías de propuestas muy ligeras que sólo buscan divertir. Es difícil encontrar montajes que tengan un compromiso o una crítica social, y por eso nos ha resultado difícil cerrar el cartel de este año".
Una de las compañías que mejor han sabido mantener el espíritu auténtico del cabaret es Radio Rara. Evolución del grupo Caracalva -creado en 1996 por algunos alumnos de la escuela de Cristina Rota entre los que se encuentran el autor, actor y director Secun de la Rosa- Radio Rara toma el nombre del montaje homónimo con el que triunfaron en el circuito alternativo la temporada pasada. Dirigida por De la Rosa -que también firma el texto- Carne de video club es una metáfora de la incomunicación social.

Ritmo trepidante

"Nosotros nos estamos convirtiendo en carne de video club-dice el autor-, perdemos la ilusión por un mundo donde todo se compra, se vende, se alquila. Estamos etiquetados como las películas". La primera parte del montaje es la más cabaretera, con monólogos y sketchs rápidos, asegura De la Rosa: "no queríamos hacer Radio Rara II, pero tampoco podíamos olvidarnos de una fórmula peculiar que nos define de algún modo". El director también se muestra crítico hacia muchas propuestas de cabaret "que son unas meras copias de fórmulas que ya han tenido éxito, con monólogos políticamente correctos donde no hay provocación". Es esa voz en contra de lo establecido la que también se mantiene en el espectáculo Carol y Lola, de la compañía Caracola. Mónica Ferreras, Paula Galimberti, Luis García Ferreras y Natalia Mateo son los artífices de esta propuesta "llena de humor y música" según Galimberti, en la que se critica el canon estético impuesto actualmente.

Acordes con ironía

La música suele ser un elemento común en casi todos los montajes de cabaret. Los acordes que suenan desde escena destilan tanta ironía como el más ácido de los discursos, y buena prueba de ellos es ZY. La propuesta de la compañía Sal de mi vida -formada por Eva Cames, Gema Herrera y Elena Gobernado- quiere llevar a una reflexión sobre el paro, la soledad, el machismo y la muerte. "Una de las ventajas de este formato -dice Gobernado- es que te permite montar una obra con pocos elementos. Nosotros llenamos el escenario con un ataud, una guitarra eléctrica, un amplificador y una buena dosis de ingenio. Y eso nos lleva a responsabilizarnos también de la parte musical".

El pequeño formato de estas propuestas permite dar el primer paso escénico a muchas formaciones que aún no se han constituido en compañías y a grupos amateur que no reciben subvenciones. Este es el caso de Kynce con su ópera prima Su primera locura ¿Queeeeé?. " El cabaret -dice uno de sus componentes- nos ha permitido acceder a una sala profesional, aunque casi siempre son iniciativas privadas las que más respaldan este género. Nos gustaría que las instituciones públicas se hicieran eco de este género".