Image: Madrid rompe tablas

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Teatro

Madrid rompe tablas

Comienza el Festival de Otoño de Madrid, que mostrará 60 espectáculos

17 octubre, 2001 02:00

A partir del próximo lunes y hasta el 25 de noviembre Madrid celebra el XVIII Festival de Otoño, que este año tiene un marcado acento alemán. De las 29 compañías extranjeras invitadas figuran el renovado Berliner Ensemble de Claus Peymann, su rival la Volksböhne de la Plaza Rosa Luxemburgo y Bob Wilson con un Woyzek. Por su parte, la representación española, con 30 producciones, viene de la mano de grupos consolidados como La Zaranda, Ur Teatro, Zampanó o Jorge Eines. Apartado especial merece la danza, con un atractivo cartel en el que destacan figuras como Jerôme Bel, José Montalvo, Michel Clark y la Paul Taylor Dance, además de compañías españolas como la de Luisillo, Mar Gómez y Sol Picó.

Un festival con acento alemán

Con un presupuesto de 500 millones y nueve estrenos absolutos -tres más que el año pasado- es llamativo el equilibrio en esta edición del Festival de Otoño entre la presencia de compañías españolas -30 en total- y extranjeras -29- y la ausencia de grandes estrenos a cargo de compañías españolas -si exceptuamos Sigue la tormenta de Ur Teatro y Medea de Michael Cacoyannis con Nuria Espert, que ya han sido estrenadas fuera de Madrid-. A nombres como Hanna Shygulla, Robert Lepage o Jean Luis Trintignan, presentes en la pasada edición, se anteponen este año el de Bob Wilson -un asiduo a este festival-. Menos nombres de figuras de relumbrón y más compañías de trayectoria impecable -como el renovado Berliner Ensemble o la Volksböhne de la Plaza Rosa Luxemburgo,- colocan el listón de la presencia internacional a la altura exigible a un director como Ariel Goldenberg, gran conocedor del teatro europeo a través de su gestión en el Deutsches Theatre de Munich y el Teatro Nacional de Chaillot.

En esta XVIII edición, la presencia española se materializa en 23 estrenos en Madrid -cantidad ligeramente superior respecto al año pasado- y en estrenos absolutos de producciones de pequeño formato como La música, de Marguerite Duras, dirigido por Jorge Eines, Miguel Hernández, de la compañía Meridional o Trastornos. Diálogos, de Cambaleo. El argentino Ariel Goldenberg, director por segundo año consecutivo del certamen, señala una continuidad en los criterios de selección de compañías respecto al año pasado, un criterio que se basa "en lo posible, teniendo en cuenta, sobre todo, la infraestructura de espacios escénicos. Nuestro compromiso -comenta Goldenberg- se sitúa en el apoyo a proyectos que se verán por primera vez en el festival. También me parece importante que se destaquen aspectos humanistas y que las obras inviten a una reflexión sobre la sociedad en la que vivimos".

El director, que califica el cartel de este año de un singular y equilibrado eclecticismo y con "contenidos ambiciosos", ha apostado por el teatro español "con grandes dosis de originalidad y en el que priman los textos contemporáneos, y que no hayan sido estrenados en Madrid". El interés de Goldenberg por el teatro alternativo ha cristalizado en una "fructífera colaboración", como queda reflejado en la programación de esta edición del Festival de Otoño. A los mencionados Eines, Cambaleo o Meridional se suman compañías ya asentadas como La Zaranda, que presenta La puerta estrecha, o Zampanó, con El condenado por desconfiado. La variedad en las formas también la aportan compañías como La Tartana con su revisión del mito de Fausto desde los títeres o la vida de Kavafis llevada al teatro por Manuel de Benito un curioso ejemplo de teatro biográfico.

De la representación extranjera este año destaca la presencia de Bob Wilson, que no es un extraño en el Festival, y que presenta un Woyzeck musical con Tom Waits como responsable de la partitura. Compañías como la Berliner Ensamble, el Royal Court Theatre o la Moscow Theatre Tehb cumplen, además, una importante función, asegura Goldenberg. "No sólamente se sitúan en la vanguardia del teatro actual sino que analizan aspectos contemporáneos, tienen un compromiso con la actualidad". Esta edición del Festival de Otoño se realiza en 15 espacios de la capital y 34 de los municipios,un aspecto a destacar teniendo en cuenta que el propio director del teatro acusa una falta de espacios escénicos y de infraestructuras que condicionan la programación. "El Festival de Otoño tiene una singularidad muy condicionada a la infraestrcutura, los escenarios no son los suficientemente grandes. Aunque esto, desgraciadamente, también es común en otros países".