Image: Funambulismo a la carta

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Teatro

Funambulismo a la carta

Cracio estrena un texto de Raymond Queneau en el Alfil

9 enero, 2002 01:00

Karola Escarola, Ana Wagener y Santiago Saiz en una escena de "¿Qué no...?"

¿De cuántas formas diferentes se puede mostrar sobre la escena una misma anécdota? El director Jesús Cracio afronta este reto propuesto por el autor ‘patafísico’ en ¿Qué no...?, un montaje sorprendente y de ritmo trepidante en el que cuenta el mismo suceso de 33 maneras diferentes. Este alarde de imaginación llega mañana a la sala Alfil de Madrid.

Riesgo y experimentación son horizontes que deberían estar presentes con mayor frecuencia en los proyectos teatrales. Y eso significa para el creador oponer el autoexamen a la complacencia. El montaje de
Jesús Cracio ¿Qué no...? es además de la vuelta a la escena del director, el resultado de ese autoexamen y ruptura con el conformismo, todo un ejercicio de indagación del que se beneficia la cartelera madrileña, huérfana muchas veces de este tipo de propuestas.

Con Los domingos matan más hombres que las bombas Cracio golpeó, hace ya algunas temporadas, a la cartelera donde más le dolía: en la falta de acidez y originalidad. Ahora el director ha recurrido al escritor francés Raymond Queneau -creador de la escuela de la Patafísica junto a Vian, Prévert e Ionesco, entre otros- para realizar "un trabajo de funambulismo teatral que aporte aire fresco a la escena a base de humor e imaginación", comenta Cracio.

¿Qué no...? es una adaptación libre que el propio director ha hecho de la obra Ejercicios de estilo de Queneau, en la que se reflexiona sobre la repetición y la capacidad creativa. El montaje se sustenta sobre el reto de contar el mismo suceso -que ocurre en un autobús- de 33 maneras distintas. Si Bach pudo hacer algo similar en el Arte de la Fuga por qué no llevarlo al plano escénico. "Este trabajo es un reto para mí porque tengo que poner en práctica todo lo que sé sobre la dirección, además de adaptar el texto. Sin embargo no se puede hablar de una ‘dramaturgia’ que sustente todas estas ideas, con lo cual también es una prueba para los actores, que se encuentran sin un conflicto que genere la acción".

El monólogo, el musical de Broadway, el teatro en verso o el parateatro... todas las formas escénicas posibles e imposibles son utilizadas en este montaje para contar la misma anécdota según el protagonista sea una presentadora de TV, un fontanero, una adivina o un filósofo -de toda una galería de personajes-, condicionando así el discurso de la escena. "A partir de una idea surge una metáfora y de ahí se crea el personaje. Se trata de romper las reglas y de jugar con el lenguaje, la música y la cultura de cada uno". A este juego se suman los actores de la compañía Fundiciones Teatrales, creada por Cracio hace siete años.

Con menos ‘mala leche’
El director hace de la variación una obra de ritmo "trepidante", aunque reconoce que este proyecto no tiene "tanta mala leche como mis otros montajes. Creo que estoy ganando en inocencia con los años", comenta el director, quien asegura que no le gusta realizar un "teatro escapista, sino uno que haga reír y pensar". Este montaje de ¿Qué no...? es "la versión" definitiva de un proyecto que Cracio comenzó a finales de los 80 con alumnos de la RESAD y que inauguró los 90 en Buenos Aires con producción argentina. "Confío plenamente en esta obra de ritmo sincopado, como dirían los surrealistas".