Teatro

Rulos

24 abril, 2002 02:00
Autor: A. González-Sinde y A. Macías. Dirección: Fernando Soto. Intérpretes: Valbuena, Alterio, Castro y Garrigues. Ensayo100. Madrid

Tal como puede deducirse de título tan doméstico y mujeril, se trata de una peluquería y de los problemas de las empleadas de una peluquería; seres normales, mujeres a las que les pasan las normales cosas de la vida: amores frustrados, embarazos, ambiciones, miedos, etc... Pero a todos nos abandona la normalidad cuando se producen situaciones excepcionales. Y aquí, en Rulos, ocurre una de esas situaciones límite que agitan, de vez en cuando, las aguas del estanque plácido. Y ahí aparece el ser humano en su verdadera salsa de rencores, heroísmos, amores imposibles, odios y miserias.

González Sinde sirve estos platos envenenados con la acidez de una mente lúcida, cabreada a veces, irónica y gozosamente retórica. Esa situación límite aludida es la columna vertebral de una obra que, en cada carcajada que suscita, oculta una carga de goma-2. Incluso cierta tendencia moralista salta por los aires gracias al tono paródico de una enigmática empleada cuyos afanes redentores adminitra sabiamente la autora.

Teatro joven, con lenguaje y actrices jóvenes que, cada una con un matiz distinto, resultan deliciosas y consiguen, desde los primeros momentos, la complicidad de un público joven y reivindicativo: un público fundamentalmente femenino que, acaso, desdeña las grandes cuestiones intelectuales, los sistemas ideológicos de pensamiento; pero que reacciona impetuosamente ante los problemas cotidianos que sacuden a la sociedad de hoy. Y puede que a la sociedad de siempre.