Image: Inocencia y maldad

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Teatro

Inocencia y maldad

El más genuino Koltés

15 mayo, 2002 02:00
Muelle -Oeste es un buen ejemplo del más genuino Koltès, muerto de sida en 1985; un teatro con una desmedida pasión por la palabra, tan apto según el propio Koltès para ser leído como para ser representado. No es que superara la división entre palabra e imagen, discurso y lenguaje plástico; mas logró ciertas aproximaciones. En esa verbalidad incontinente la figura del director de escena adquiere una importancia decisiva. En este sentido Patrice Chereau fue el profeta de Koltès igual que pudo serlo Constantin Stanislavski de Anton Chejov.

Varios títulos -Roberto Zucco, Combate de negros y de perros, La soledad de los campos de algodón, De noche justo antes de los bosques...- justifican el frenesí abrasivo e inquietante de los personajes de Koltès. A estos les alimenta una poética que radicaliza su autonomía en unos espacios los cuales son, por sí mismos, la expresión y la universalización de un conflicto.

Todo en Koltès es desafío, apuesta anticonvencional. Y lo que ocurre en el escenario es como el negativo del verdadero conflicto.

Que Combate de negro y de perros ocurra en un campamento colonialista y feudal del áfrica negra, no desplaza el eje argumental: la dentellada del racismo. Y el avance imparable, con todas sus consecuencias, del otro mundo: el tercero o el ínfimo. Cabe citar también a Roberto Zucco. Emparentar a Zucco con Rivière (Foucault), con las criadas asesinas de Genet o con a Sangre Fría de Capote, es algo más que una referencia común: es identificarlo como una segregación legendaria y homicida de estos tiempos: El asesino en estado puro.