George
Autor: Vicente Tur. Director: Carles Labèrnia. Intérpretes: Jaume Comas, Isabel Cabós. Malic. Barcelona
Autor ibicenco premiado por la Univesidad de les Illes Balears por su obra La llum (La luz), Vicent Tur estrena ahora su segundo texto, George, que, como el primero, incide básicamente en las relaciones de pareja, metáfora a la vez de las relaciones humanas. En una situación totalmente ambigua entre dos personajes, sin espacios ni tiempos concretos, George es la otra cara idealizada de Jordi, marido de una mujer internada en algo que podría ser un hospital psiquiátrico a la que visita todos los miércoles. La posibilidad de ser uno mismo y la de ser capaz de dejar de ser uno mismo por amor dan forma a una fábula que denota claras influencias de El amante de Harold Pinter. Es convincente la interpretación de Isabel Cabós. Jaume Comas, menos dúctil, proporciona también credibilidad a ese marido. Pero la elementalidad sencilla del entramado dramático revierte en una morosa monotonía, en una ambigöedad que sólo en momentos consigue captar la atención del espectador. Hay diálogos y situaciones, hay un autor en potencia pero George es todavía un apunte demasiado elemental.
Autor ibicenco premiado por la Univesidad de les Illes Balears por su obra La llum (La luz), Vicent Tur estrena ahora su segundo texto, George, que, como el primero, incide básicamente en las relaciones de pareja, metáfora a la vez de las relaciones humanas. En una situación totalmente ambigua entre dos personajes, sin espacios ni tiempos concretos, George es la otra cara idealizada de Jordi, marido de una mujer internada en algo que podría ser un hospital psiquiátrico a la que visita todos los miércoles. La posibilidad de ser uno mismo y la de ser capaz de dejar de ser uno mismo por amor dan forma a una fábula que denota claras influencias de El amante de Harold Pinter. Es convincente la interpretación de Isabel Cabós. Jaume Comas, menos dúctil, proporciona también credibilidad a ese marido. Pero la elementalidad sencilla del entramado dramático revierte en una morosa monotonía, en una ambigöedad que sólo en momentos consigue captar la atención del espectador. Hay diálogos y situaciones, hay un autor en potencia pero George es todavía un apunte demasiado elemental.
