Image: Por las estancias de la Casa de América

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Teatro

Por las estancias de la Casa de América

Moro Anghileri estrena Alicia murió de un susto dentro de Escena Contemporánea

6 febrero, 2003 01:00

Leo Granulles, Raúl Marcos, Laura González y Beatriz Lerma. Foto: M.R.

Moro Anghileri, una joven directora porteña de apenas 25 años que ya estrena en el teatro San Martín de Buenos Aires, presenta Alicia murió de un susto, del 11 al 16 de febrero. Propone un espectáculo itinerante en el que pasea a 25 espectadores por las habitaciones de la Casa de América de Madrid.

La estructura recuerda a un espectáculo que vimos hace unos meses en la misma ciudad, Pornografía barata, por la compañía Animalario, y que también se escenificaba ante un aforo limitado y por las habitaciones de una casa: "Yo vengo haciendo estos espectáculos desde hace tiempo en Argentina, así que no es que su naturaleza sea novedososa o moderna, pero me permite ingresar en la intimidad de los dueños de la casa. Cada historia tiene una forma particular para ser contada y creo que ésta es la mejor para lo que pretendo", dice la directora. En su anterior espectáculo, Puentes, Anghileri pergeñó una obra de apariencia policiaca que escenificó en una fábrica, un marco adecuado para un argumento ambientado en el Buenos Aires de 1956 y protagonizado por sindicalistas y empresarios.

Fruto de un taller para actores
La de ahora dice que nada tiene que ver con sus obras anteriores (además de Puentes, ha dirigido Hija y 3Ex). "Ha sido fruto de un taller de entrenamiento para actores que dí en la Casa de América y del que surgieron los cuatro protagonistas (Laura González, Leo Granulles, Beatriz Lerma y Raúl Marcos)". El festival la ha incluido en el ciclo Experiencias, en el que tienen cabida espectáculos no convencionales.

"No hay una historia dramática lineal", continúa, "sino que intento conducir al público, a modo de travelling, a que componga sus propios cuadros y presencie los estados de alteración y hastío de una serie de personajes encerrados en una casa". Puede que el espectador no averigue a ciencia cierta qué se cuenta en esta historia de tintes surrealistas pero que, según dice la autora, "podría ser real". Admiración, una mucama, será la primera persona que encuentre el público al pie de la escalera principal; de su mano irán apareciendo de forma vodevilesca, con puertas que se abren y cierran, el resto de los personajes: Alicia, la señora de la casa; Aldo, el señor que está enfermo no se sabe de qué, y Alfonso, un amigo de la casa del que se nos dice que es veterinario. Se nos habla de unas vacas enfermas -la compañía de Anghileri se llama Vaca Loca-, y de una peste que podría afectar a los humanos. Pero según dice la directora, lo que importa es transmitir el estado anímico de los personajes. Está previsto que la obra se presente en Argentina, pero no van a tener mucho en común, pues la directora ha cambiado la lujosa mansión por un establo.

Otros montajes
Esta semana se pueden ver en el festival otros atrevidos espectáculos: en la misma Casa de América la compañía española El Globo presenta el 6 de febrero y hasta el 8 Morir Soñando, una obra de tono social, ambientada en un garaje y protagonizada por seis jóvenes de un barrio obrero. Jan Fabre, el polifacético artista belga llega mañana a la Cuarta Pared , donde estará hasta el día 9, con uno de sus solos de danza más representados, My movements are alone like streetdogs, interpretado por Valeria Garrè y que estrenó hace dos años; y en la Casa Encendida el grupo ruso Akhe Group se da a conocer en nuestro país con White Cabin, una pieza que combina artes plásticas, tecnología y circo y en la que el espacio es el principal protagonista (días 8 y 9 de febrero).