Image: El Shakespeare más erótico

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Teatro

El Shakespeare más erótico

Narros recupera El sueño de una noche de verano

8 mayo, 2003 02:00

Escena de la obra. Foto: M.R.

Miguel Narros estrena su tercer espectáculo en lo que va de temporada: El sueño de una noche de verano, que ya hizo en 1987 y que ahora retoma con un elenco de 17 actores encabezado por Verónica Forqué. El director hace una lectura anacrónica de la obra, que se estrena el 8 de mayo en el Lope de Vega de Sevilla.

En 1987 Miguel Narros dirigía el Teatro Español de Madrid y aquella temporada eligió El sueño de una noche de verano para inaugurarla. Aquel espectáculo, que tuvo una excelente acogida, contó con un joven elenco (José Pedro Carrión como Puck, Kiti Manver en el papel de la vengadora Titania y Helio Pedregal, en el de Oberón) y la traducción y versión la firmaba Eduardo Mendoza. Ahora Narros, a petición del escenógrafo y productor Andrea D’Odorico, ha recuperado la idea de aquel espectáculo y ha contado con aquella adaptación aunque revisada por el novelista."Yo pensé en Mendoza", dice Narros, " por su fina ironía, para que diera sentido del humor a Shakespeare, pero él prefirió mantenerse fiel al autor". Mendoza señalaba entonces que, frente a las versiones que circulaban y que hacían mayor hincapié en la vertiente poética del texto que en la teatral, " lo que las hace, a mi juicio, más aptas para ser leídas que representadas, me propuse lo contrario: recrear una comedia para ser vista y oída. Es decir, que he procurado traducir al comediógrafo antes que al poeta". Ahora ha introducido algunas modificaciones que han consistido básicamente en acortar ciertos pasajes y adaptar el texto a un elenco más reducido, 17 actores.

En las notas que Mendoza ha escrito sobre su nueva versión incide en el tema central de la pieza, la barrera entre los sueños y la realidad y el teatro como escenario que proyecta ese juego de sombras. "¿No seremos nosotros mismos actores de una farsa de la que otros espectadores, a su vez, se están riendo?", se pregunta. Una idea, la del mundo como teatro, corriente en los tiempos de Shakespeare, como demuestra Calderón en el Siglo de Oro.

Entreguerras
Al igual que en el primer espectáculo, Narros sitúa la acción inicial en el periodo de entreguerras, un toque anacrónico en el que Shakespeare solía incurrir, -en ésta la situa en Grecia-. Aquí, la corte del dictador Teseo se ambienta en los años 30 y no hay otra razón que la inspiración. "Cuando pienso en ambientes militares siempre me remito a esos años", dice el director. Luego, ese ambiente militar se sustituye por el del bosque, donde transcurre la acción y donde personajes reales e irreales mantienen una lucha constante de sexos, el otro tema de la obra.

Como en el anterior, Andre D’Odorico firma la escenografía, sencilla y que utiliza espejos en el suelo para reflejar ese juego entre realidad y fantasía. Los sistemas aéreos de poleas que hacían saltar por los aires a Puck en el primer montaje han desaparecido y en su lugar los personajes fantásticos van en patines. El diabólico Puck lo interpreta David Zarzo, "ofreciendo una visión de adolescente que no piensa las cosas", apunta Narros, mientras Titania es Verónica Forqué y Oberon el actor cubano Vladimir Cruz, entre muchos otros.