Image: Genet, los refugiados y los judíos

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Teatro

Genet, los refugiados y los judíos

El italiano Antonio Latella coincide esta semana en Aviñón y Barcelona

10 julio, 2003 02:00

Querelle, dirigida por Latella, se representa en el Lliure

Aviñón acaba de abrir sus puertas y en su primera semana coinciden artistas como Bartabas, Mnouchkine, Ricardo Bartís, Jan Fabre y el polaco Warlikowski. También un discípulo de Vittorio Gassman, Antonio Latella, que estrena su sexto Shakespeare, Noche de reyes, y del que se puede ver en Barcelona Querelle, inspirada en la obra de Genet.

Al cierre de esta edición planeaba la incertidumbre sobre la inauguración del Festival de Aviñón, amenazado al igual que otros festivales galos por la huelga de técnicos temporales y que podría afectar a los espectáculos programados para esta primera semana. Una semana en la que coinciden creadores que si algo tienen en común, desde Ariane Mnouchkine a Krzystof Warlikowski o Antonio Latella, es la idea del teatro como investigación de la propia experiencia, el teatro como prolongación de la vida. En esta línea se inscribe una de las dos compañía que actuará a lo largo de todo el certamen: el Théâtre du Soleil de Mnouchkine. A partir de testimonios de refugiados recogidos personalmente por la directora, la compañía ha creado Le Dernier Caravansérail (Odyssées), epopeya elaborada con pequeños "trozos" de vidas.

Le Dibbouk
La otra formación que estará todo el mes es el insólito circo ecuestre de Bartabas, que celebra este año su vigésimo aniversario con el estreno de Loungta, les chevaux de vent y de Zingaro, suite équestre, inspirado en la música religiosa de los lamas. Pero uno de los que mayor expectación ha despertado es Le Dibbouk, dirigido por Krzystof Warlikowski, director polaco que ha trabajado como asistente de Brook y Krystian Lupa. En Le Dibbouk, considerada como la pieza más importante de la literatura yiddish original de Sholem An-Ski, se muestran todos los aspectos de la vida judía tradicional y las diferentes corrientes ideológicas que la atraviesan. Warlikowski ha querido establecer un puente entre la sociedad anterior al siglo XX descrita en este libro y la que cuenta la novelista Hanna Krall en su obra homónima, ambientada en el Nueva York posterior a la segunda Guerra Mundial. "Le Dibbouk se inscribe en mis preguntas sobre la situación en Polonia, donde la cuestión judía reaparece hoy, después de muchos años de silencio. Es un intento de comprender el pasado y los odios actuales alimentados por ese pasado caótico", dice el director.

Otro de los nombres que suenan con fuerza en la escena europea es el de Antonio Latella, que después de haber dirigido cinco tragedias de Shakespeare se entrega a una de sus comedias: Noche de Reyes.

Shakespeare sólo por mujeres
La particularidad de esta producción es que está interpretada exclusivamente por mujeres, persiguiendo mantener la ambiguedad sexual de la obra: "La comedia fue escrita originalmente para una compañía de hombres. Al escoger sólo mujeres me permito modernizar la mirada de Noche de Reyes y dar la oportunidad a éstas de que nos cuenten cómo ven a los hombres". Latella, curtido en la escuela de Vittorio Gasman y Massimo Castri, es un firme partidario de que los jóvenes directores acepten el desafío de llevar a escena a los grandes clásicos: "Yo me he propuesto hacerlo una vez al año". Pero no es todo Shakespeare lo que ha dirigido, sino que ha obtenido un gran éxito con la obra que presenta en el Grec de Barcelona, en el teatro Lliure, del 12 al 15 de julio: Querelle, tercera pieza que cierra su trilogía sobre Genet (integrada por Alta vigilancia y Los Negros). Señala Latella la coincidencia de que Querelle de Brest sea la última novela testamento de Genet y también la última película de Fassbinder. Sobre las similitudes que hay entre estos dos autores que marcan su trayectoria añade: "La obra de Shakespeare es única porque pone en el centro del universo al hombre y al amor, al hombre y la muerte, al hombre y la política; cuando me enfrento a un contemporáneo como Genet busco también su universalidad, su clasicismo. él los proyecta en el hombre y en su presencia en el mundo con un inmensa fuerza poética".