Image: Escenas desde la otra orilla

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Teatro

Escenas desde la otra orilla

16 octubre, 2003 02:00

Pepe Viyuela y José Tome durante un ensayo de Sonámbulo. Foto: Julián Villanueva

El 16 de octubre comienza la XVIII edición del Festival Iberoamericano de Teatro de Cádiz con Sonámbulo de Ur Teatro, que también está programado en el Festival de Otoño de Madrid. 23 compañías de diez países participan en esta edición en la que predomina la danza. La Zaranda y Daniel Veronese son algunos de los nombres más destacados.

Alberti vuelve a su tierra y se convierte en protagonista de Sonámbulo, el último y esperado trabajo de la compañía Ur Teatro que dirige Helena Pimenta, quien vuelve a contar con el talento de Juan Mayorga para el trabajo de dramaturgia. El joven Alberti se enfrenta a sus ángeles y sus sombras en este lírico montaje inspirado en el poemario Sobre los ángeles, que protagonizan José Tomé y Pepe Viyuela.

Con el estreno de esta obra -que luego llegará al Festival de Otoño de Madrid- y del espectáculo de calle Malaje de Al Badulake, se inaugura hoy la XVIII edición del Festival Iberoamericano de Cádiz, iniciativa necesaria en España para establecer un diálogo con Iberoamérica. Este año participan 23 compañías de diez países iberoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, México, Puerto Rico, Venezuela y España. En total, 40 representaciones y multitud de actividades paralelas -desde el homenaje a Arrabal al premio FIT para La Cuadra, pasando por exposiciones y charlas- conforman el cartel de esta cita que, quizás impulsada por los vientos gaditanos, lleva promoviendo el intercambio escénico entre España e Iberoamérica. Con un presupuesto de 600.000 euros, el certamen coproduce tres montajes: Sonámbulos, El amor brujo de Rafael Amargo y Mirando al cielo de Producciones Imperdibles.

De Veronese a Távora
De Argentina -el país con mayor representación en el certamen- llega un nombre imprescindible para comprender la evolución del teatro argentino en los últimos años, Daniel Veronese, esta vez con el Grupo Luna y sin su Periférico de Objetos, que estrena Mujeres soñando caballos (día 23), una obra sobre la violencia en la que los caballos son la imagen de la libertad y sus seis protagonistas la excusa para retratar una patética vida familiar.

Dentro de las compañías españolas destaca Imágenes andaluzas para Carmina Burana (día 21) de La Cuadra de Sevilla que dirige Salvador Távora y el espectáculo de danza El amor brujo (día 24), donde los movimientos de Rafael Amargo se inspiran en la música de Falla. La Zaranda, que este año cumple 25 años, presenta Ni sombra de lo que fuimos (día 22), además de una exposición de fotografías inspiradas en el grupo de José Tamayo (Baluarte de la Candelaria).

José Bable, impulsor y sempiterno director del FIT, destaca como novedad de esta edición la mayor presencia de la danza contemporánea "porque en Latinoamérica por cada grupo de teatro hay uno de danza. Nosotros hemos querido explorar esa fascinación por el baile con propuestas que van desde lo contemporáneo al flamenco y la danza con objetos". De Argentina llega la compañía Secreto y Malibú con un montaje que toma el nombre del grupo y en el que exploran las nuevas vertientes de la danza contemporánea (día 24). La compañía brasileña Verve Companhia de Dança estrena Truveja prá nóis chorá (17 de octubre) y los ecos venezolanos llegan con Danza hoy y su montaje éxodo (día 22), obra donde las emociones internas se ven obligadas a convivir con el caos de la vida de las ciudades latinoamericanas de hoy.

La danza reina
Una propuesta muy diferente es la de Mirando al cielo (17 de octubre) de Producciones Imperdibles, en la que parten de un grupo de bailarines que danzan sobre un suelo transparente. A partir de ahí se proponen distintas formas de ocupar el espacio, ante una mirada que se proyecta en altura, mirando al cielo. Tres países participan en el proyecto Amloii. Como lo dijo Hamlet (día 19), integrado por los españoles Karlik Danza y Samarkanda Teatro y los francochilenos Teatro del Silencio (día 19), que proponen una lectura del inmortal personaje de Shakespeare a través de la danza, el teatro, la acrobacia y la pantomima.