Image: A la calle... que ya es hora

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Teatro

A la calle... que ya es hora

V Festival de Teatro y Artes de Calle de Valladolid

13 mayo, 2004 02:00

La compañía francesa lmno, una de las protagonistas del Festival

Desde hace cinco años Valladolid acoge algunos de los espectáculos más raros y difíciles de clasificar. Por ejemplo, este año viene Pierre Sauvageot, quien distribuye entre el público bolsas de plástico, botellas, globos y otros elementos y organiza un concierto bajo el mando de cuatro directores (Le concert public, días 20 y 21) . ¿Es música? ¿Es teatro? ¿Qué és? Y qué decir de Kumulus, una compañía que recoge a los espectadores y los traslada en autobús al campo, a un lugar aislado a la caída de la tarde sin que sepan exactamente qué va a ocurrir (Itinerario sin fondo, días 20 y 21). Y la Familia Burattini, una de las más veteranas del país galo, que combina las variedades de los feriantes de barraca con el music-hall o las marionetas (Le Théâtre du Mélodrame, días 20, 21 y 22). O el montaje intimista de la artista plástica Camille Perreau que sólo pueden ver seis personas por función, ya que se trata de una caja de madera con trece lámparas en las que la protagonista cuenta la increíble historia de su tía-abuela Paulette (Les Lampes de Paulette Wolkenwörze, días 19, 20 y 21). "Algunos son ejemplos de lo que llamamos Curiosidades Culturales, otros los integramos dentro de las Variedades, en definitiva, espectáculos difíciles de clasificar, a caballo entre las barracas de feria del fin de siglo pasado, el circo o el teatro", explica Javier Martínez, director del Festival. Pero es una indefinición, continúa el director, "fruto de la expansión que está viviendo el teatro de calle, tanto que hemos tenido que reflexionar seriamente sobre lo que se venía entendiendo tradicionalmente por este género para trascenderlo y poder hablar hoy de artes de calle". Si esta idea es la que ha guiado a Martínez a la hora de diseñar la programación, también dos criterios más: por un lado, la calidad de los espectáculos -"no se trataba de contratar unos zancos que animaran la calle", dice-, que puede garantizar un presupuesto de 70 millones de pesetas (sufragados por el Ayuntamiento y Caja Duero); por otro, definir qué se entendía por calle o, en otras palabras, qué espacios públicos son susceptibles de servir como escenario (desde los jardines del Patio Herreriano, al Paseo Central del Campo Grande, plazas como la Mayor, de la Fuente Dorada, San Benito y varias calles).

6 bloques temáticos
La programación oficial se organiza en seis apartados. Además de las Curiosidades Culturales y las Variedades ya mencionadas, figuran Clásicos del Teatro de Calle (llega la compañía polaca Biuro Podrozy, difícilísima de contratar que lleva diez años representando un histórico del género, Carmen Fúnebre, día 19), Teatro Imaginario (acoge espectáculos diseñados para ser escenificados en teatros pero cuya dramaturgia se aproxima más a la circense, como Semola Teatro), Danza, Performance e Instalaciones (con Producciones Imperdibles que presenta la única producción del festival, Caleidoscopio), y De la Barraca al Nuevo Circo (con los citados Burattini). Paralelamente hay también una programación off que reunirá a otras 25 compañías internacionales y entre las que hay abundancia de artistas argentinos. Para la clausura se homenajeará al payaso Tortell Poltrona y se entregarán los premios a los dos mejores espectáculos de cada programación. Por último, el festival será también foro de reflexión sobre el tema. Ha invitado al director del Festival Oerol de Holanda, "uno de los más curiosos de Europa, que tiene lugar en la isla de Oerol y donde se interviene en numerosísimos espacios diferentes" y está previsto un Seminario con especialistas.