Cuatro autorretratos a través de la danza. ése es el reto que plantea Mapamundi a cuatro destacados coreógrafos: Teresa Nieto, Nicolas Rambaud, Gabriela Solini y Guillermo Weickert. Sus trabajos se presentan el 1 de julio en la sala Pradillo como un recorrido por el paisaje interno de cada creador. A ellos se ha sumado el videógrafo Octavio Iturbe, que ha creado cuatro proyecciones que ilustran los distintos autorretratos.

Un daguerrotipo en movimiento, un espejo del alma... incluso una sesión de psicoanálisis. Eso puede llegar a ser una coreografía cuando un creador se propone pintar su alma sobre el lienzo del propio cuerpo en movimiento. Un verano más, la sala Pradillo de Madrid apuesta por la investigación en el terreno de la danza y el mestizaje de lenguajes artísticos. A proyectos anteriores como A pedir de boca o Caldo de cultivo, se le suma ahora este interesante Mapamundi, una propuesta de la sala a los coreógrafos Teresa Nieto, Gabriela Solini, Nicolas Rambaud y Guillermo Weickert para que realicen su propio autorretrato. ¿Cómo interpretarse a uno mismo?, ¿qué resaltar?, ¿qué ocultar? La introspección es un ejercicio doblemente difícil si además se trata de explicitar el mundo interior a través del lenguaje de la danza contemporánea y su interacción con el vídeo, condición impuesta por la sala para propiciar el diálogo entre baile y proyecciones.

Teresa Nieto afronta este reto desde la plenitud. Con una amplia trayectoria en la que la danza contemporánea se mezcla con la española y donde destaca su paso por compañías como Arrieritos, o sus coreografías para el Ballet Nacional de España, Nieto celebra sus 50 años con "gratitud por todo lo que tengo". La bailarina ya tenía en mente la idea de realizar un autorretrato, así que la propuesta de Pradillo fue el impulso definitivo. "Con esta obra quiero agradecer todo lo que tengo y compartirlo con mis amigos: desde mis alegrías hasta mi soledad. Es una coreografía de liberación y de madurez", dice Nieto.

Un brindis por la vida
La autoironía y la complicidad con el público se desenvuelven en unos movimientos festivos a los que acompañan una partitura ecléctica formada por sonidos árabes, latinoamericanos y el Capricho I de Paganini. La videocreación que acompaña a esta pieza recrea el "paisaje interior" de Nieto, compuesto por "los amigos y familiareas a los que quiero. Las proyecciones, que en mi caso han pasado a un segundo plano, son imágenes de toda esa gente que forma parte de mí".

Nicolas Rambaud es un creador que arrinconó su prometedora trayectoria como bailarín en Francia para centrarse en su carrera como coreógrafo. El último trabajo que presentó en Madrid fue Las locas de Chaillot. Ahora afronta por primera vez una prueba de introspección de estas características. "Una de las principales dificultades radica en la falta de perspectiva cuando el personaje eres tú mismo", comenta Rambaud. Su creación refleja las etapas del momento creativo. "Yo siempre comienzo con seguridad, luego viene la duda y finalmente el placer. Esta coreografía, que refleja la locura de la creación, es un solo sin respiración, no paro de moverme porque yo soy muy nervioso y así me retrato". La pieza también es un ejemplo de diálogo entre baile y vídeo. "Me desdoblo a través del movimiento y de las proyecciones. éstas son utilizadas de forma barroca, como si el escenario estuviera a su vez dentro de otro". Rambaud aplaude el mestizaje entre danza y vídeo, ya que "falta poesía en la danza".

Para su particular autorretrato, Gabriela Solini -especializada en la técnica "release"- convierte su piel en una improvisada pantalla sobre la que se proyectan imágenes trepidantes de las calles de Nueva York y del cuerpo humano. Por su parte, Guillermo Weichert, formado en el Centro Andaluz de Danza, indaga en el miedo y la muerte.

Unidos por el vídeo
Pieza clave para hilvanar todos estos trabajos ha sido Octavio Iturbe, el videógrafo que ha trabajado en los cuatro autorretratos. "He puesto imágenes a sus inspiraciones, miedos, etc... para traducir lo que ellos deseaban comunicar. A su vez, ésto me ha servido para crear mi propio paisaje a través del vídeo", dice Iturbe, quien a lo largo de su carrera ha trabajado estrechamente con el coreógrafo y bailarín Wim Vanderkeybus. "Para cada retrato trabajé de manera muy diferente, porque cada creador es distinto, tanto en su manera de moverse como de concebir los movimientos. Mientras que con Solini fue una búsqueda a través de su cuerpo, con Weickert viajé a los lugares y paisajes de su infancia, con Nicolas trabajé indagando en sus propios personajes y con Teresa Nieto buceé en su relación con amigos y familiares".

Otras citas
Dentro de la programación de Los Veranos de la Villa destaca la compañía flamenca de Joaquín Grilo, que estará en el Centro de la Villa los días 1, 2 y 3. A ésta le sucederá los días 7 y 8 la compañía Patas Arriba. La Casa de América comienza el 5 de julio una semana de teatro argentino con Cuento para un invierno largo, Uraniburg o Hija, ésta última de Moro Anghileri.