En 2001, Esteve Polls, con Chaos Debout (1997) -estrenada en Aviñón en 2000- nos descubrió a Véronique Olmi . Era el amor de una mujer por su marido, -llegado del frente de Chechenia-, en una "kommunalka" de Moscú. Jordi Mesalles nos ofrece ahora Mathilde estrenada en París en 2003.En ambas el discurso textual es protagonista y la pareja es el tema que se enmarca en un contexto social. Mathilde es una famosa escritora que sale de tres meses de presidio por su relación sexual con un menor. Su marido, famoso oncólogo, afectado profesional y personamente por el escándalo, la recibe con una mezcla de animadversión y amor. El reencuentro es un enfrentamiento dialéctico que constituye una lúcida reflexión sobre la relación conyugal. Es la mirada del uno sobre el otro, enfrentada también a su entorno social; es el valor de los pequeños hechos cotidianos frente al de la sexualidad. Es una hora y media que fluye suavemente ante el espectador, ofreciéndole unos hechos y unas palabras que le resultan cercanas. Todo está puesto en escena con belleza y eficacia, con una espléndida interpretación llena de registros de Lluís Marco, con una interpretación necesariamente más fría y comedida de Montse Guallar.Un delicioso espectáculo.