Eduardo Vasco. Foto: Mercedes Rodríguez

Eduardo Vasco retoma el camino de Marsillach; aspira a que la Compañía Nacional de Teatro Clásico tenga dos elencos más o menos estables que representarán dos o tres obras por temporada. En febrero estrenará La entretenida de Cervantes; seguirá El castigo sin venganza, de Lope, y luego otra vez Cervantes con El viaje del Parnaso.

Eduardo Vasco, nuevo director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, quiere "que la Compañia vuelva a ser compañía, es decir, un grupo de gente más o menos recurrente que se dedica a la escenificación de la obras del repertorio clásico español". Pero ¿acaso no es lo que venía haciendo la CNTC? La institución ha venido funcionando en los últimos años más como una empresa de producción que como una compañía de actores. Y es lo que es en exacto término jurídico: una unidad de producción que integra una plantilla de 95 personas entre fijas y eventuales, adscritas en su mayoría a funciones técnicas y administrativas. ¿Y el equipo artístico, en especial los actores? En los últimos años la dirección de la CNTC encargaba a directores de escena las obras del Siglo de Oro programadas para cada temporada; el protagonismo recaía así en estos directores, que elegían a los actores con los que querían trabajar y que eran contratados por el tiempo que duraban las representaciones.

Esta relación laboral con los artistas no va a variar, se seguirá contratándolos por espectáculos; lo que cambia es el concepto de compañía, ya que se vuelve a la idea que defendió Adolfo Marsillach cuando la creó en 1986. La CNTC atravesó por varias etapas con Marsillach, pero él intentó contar con un elenco relativamente estable que representara dos o tres obras cada temporada, le permitiera forjar un estilo propio y que incluso pudiera retomar los montajes de mayor éxito. Adriana Ozores, Yolanda Arestegui, Arturo Querejeta o Carlos Hipólito fueron algunos de estos actores que resistieron la tentación del cine y la televisión para mantenerse al lado de Marsillach.

Ahora Eduardo Vasco opta por crear dos elencos, en los que podrían llegar a intervenir unos 60 actores. - Quiero consolidar un elenco capacitado, estable y en continua formación". El primero de ellos ya se ha creado para La entretenida, obra de Cervantes que Helena Pimenta ensaya para estrenar en febrero en Madrid; un ejemplo de un teatro casi de disidencia, en el que los protagonistas son los criados. Joaquín Notario, Pepa Pedroche, José Luis Santos y Arturo Querejeta son algunos de los actores. En abril, y mientras la obra de Cervantes se va de gira, el segundo elenco estrenará El castigo sin venganza, tragedia de Lope que dirigirá el propio Vasco. Ambas obras coincidirán en Almagro con El viaje del Parnaso, un montaje poético-musical de pequeño formato ideado para llegar a espacios no convencionales. El objetivo es que en 2006 se funcione como compañía de repertorio, ya que Vasco aspira a que " cada elenco pueda salir de gira con varios títulos".

-¿Cómo mantendrá la CNTC la fidelidad de sus actores frente a las ofertas que reciben de la televisión y el cine?.
- Estar aquí les permitirá trabajar en una compañía de repertorio, encarnar personajes poco habituales y hacerlo con unos modos de trabajo que no son los tradicionales -ensayos más largos, formación, etc...- desde luego, deben entender que la CNTC exige un compromiso".

Joven CNTC
La Compañía seguirá organizando talleres como hasta ahora, pero de otra forma: "Por un lado, tendrán que ver con la formación de elencos. Es decir, irán dirigidos a los actores que trabajan en la obra que se ensaya y que necesitan formación en una faceta específica. Por otro, queremos crear una joven compañía que atraiga a las nuevas generaciones de actores", continúa el director.

Respecto al criterio de selección del repertorio, Vasco reconoce que "particularmente me gusta el Renacimiento, pero voy a intentar alternar obras indiscutibles con títulos desconocidos, también extranjeros, y seleccionarlos para que sirvan para afianzar los elencos". Y recuerda que por teatro clásico se entiende la literatura dramática escrita antes del periodo realista. Finalmente, se mantendrán las giras "pero vamos a modificar este concepto por el de residencia, es decir, llegar a acuerdos con teatros públicos para, dependiendo de sus necesidades y las nuestras, prever con bastante antelación la exhibición de nuestras obras. Por supuesto, vamos a intentar desembarcar en América Latina". En total, Vasco tiene previsto 3.746.578 euros de presupuesto para producción y contratación artística.