Kiti Manver y Gerardo Malla son la pareja en crisis

Nacho Artime, quizá el adaptador más prolífico de nuestra escena, nos presenta ahora La retirada de Moscú, del británico William Nicholson, más conocido por sus guiones cinematográficos como Tierras de penumbra o Gladiator. Este autor, forjado en la BBC como director de documentales y guiones de series de televisión y novelista, es también un apreciado dramaturgo con piezas como Map of the Heart y Catherine Howard, además de la mencionada Tierras de penumbra que primero escribió como texto teatral y que estuvo a punto de estrenar en nuestro país el fallecido Juanjo Menéndez con María Fernanda D’Ocon, adaptada también por Artime.

La retirada de Moscú es su último título teatral. Fue estrenado la temporada pasada en Broadway y con gran éxito, "pues que una comedia de tres personajes, no un musical, se mantenga en cartel cinco meses allí es una vida larguísima", explica Artime. El adaptador cree que esta buena acogida, amén de que en Nueva York estuvo protagonizada por una de las damas de la escena anglosajona, Eilen Atkins, se debe sobre todo "al enfoque que hace Nicholson del candente problema del divorcio en la familia católica". El argumento nos presenta a tres personajes: un matrimonio que lleva unido casi 40 años y el hijo de ambos, Jamie, de 30, que les visita de vez en cuando. En una de estas visitas tiene lugar el conflicto: el padre está decidido a abandonar a su mujer y quiere aprovechar la presencia del hijo para evitar la terrible reacción de la madre cuando conozca su resolución. "Creo que la originalidad de la obra está precisamente en el punto de vista desde el que se cuenta el conflicto, ya que en este caso el que sufre las consecuencias es sobre todo el hijo", explica Artime.

Pero no sólo eso la diferencia de otras obras de temática parecida -hace dos temporadas pudimos ver a Magöi Mira y José Luis Pellicena en Escenas de un matrimonio, texto inspirado en la serie televisiva que dirigió Ingman Bergman-, sino en el tono con el que está escrita. "Es una atractiva síntesis", explica Luis Olmos, el director, "por un lado, me recuerda el pulcro bisturí con que Bergman desnuda emocionalmente a sus personajes, por otro, me remite a la dinámica agudeza, cómica y corrosiva con que Woody Allen traza sus escenas. Esto supone un valor añadido, pero muy delicado, ya que persigue que muchas de sus situaciones dramáticas, a su pesar, resulten cómicas".

Retirada catastrófica
En ese sentido, Olmos señala que estamos ante una obra de actores que deben enfrentarse a complejos personajes. Alice, el papel de Kiti Manver, es el de una temperamental mujer, apasionada por la poesía, que prepara una antología sobre el amor, lo que le permite al autor introducir una vena lírica. Edward, interpretado por Gerardo Malla, es el marido, reservado e introvertido y profesor de Historia que al comenzar la función lee un libro sobre la catastrófica retirada de Napoleón de Moscú, lo que le sirve al autor para trazar un paralelismo con la retirada que protagonizará del hogar conyugal. Y Jamie, el hijo de ambos, que encarna Toni Cantó.

Tras una gira por varias ciudades, la obra se puede ver desde hoy y hasta el día 4 en el Lope de Vega de Sevilla y, del 9 al 12 de diciembre, en el teatro Arriaga de Bilbao.