Teatro

Breve desconcierto breve

Director: Los Modernos

9 diciembre, 2004 01:00

Intérpretes: Alejandro Orlando y Pedro Paiva. Lara. Madrid

Por lo que aquí se ve, en el teatro Lara, llamado en tiempos la Bombonera por el primor de su arquitectura, hacer reír es muy fácil: los Modernos, inteligencia e ingenio. Además, están Las Veneno que llevan unos cuantos meses a vueltas con la cosa sexual de los celtíberos. Los Modernos son un modelo de diálogo inteligente; uno es uruguayo (Pedro Paiva) y otro es argentino (Alejandro Orlando). Ambos pertenecen a esa escuela de actores del otro lado del Atlántico que desde hace tiempo llena de talento los escenarios y las pantallas españolas. El calibre de un actor se mide, por supuesto, con papeles de más calado que un diálogo chispeante de absurdos disparates; pero resolver este, mientras los espectadores fluctúan entre la carcajada y la perplejidad, es buen indicio. El texto de Breve descocierto breve es un ir y venir relampagueante por los recovecos del vocabulario. La palabra es vehículo de comunicación, pero también puede serlo de aislamiento. En cualquier caso, puede ser una nueva forma de comunicación. Hay una lógica del diccionario y hay una lógica del absurdo. Ahí, en esa confrontación, reside el meollo de Breve desconcierto... ¿Qué académico aceptaría el significado que Orlando y Paiva dan a palabras tan archiconocidas como beodo, lagrimear, pesimismo, optimismo, patrimonio o matrimonio por citar solo algunas de la interminable retahíla?. Ahí está la gracia: convertir la ortodoxia en una heterodoxia lógica.