Image: Obras para el 11-M

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Teatro

Obras para el 11-M

Siete salas madrileñas acogen "Once voces", una iniciativa de Adolfo Simón

3 marzo, 2005 01:00

Once voces da título a la iniciativa de Adolfo Simón de escenificar en un mismo día once obras breves de otros tantos dramaturgos sobre el brutal atentado terrorista de Atocha. El 11 de marzo, desde por la mañana y hasta la noche, siete salas madrileñas acogerán estas piezas, algunas en función doble. A las 20.00 horas se representarán en su conjunto en el teatro Español. Colaboran autores de estilos y generaciones diferentes, un elenco de 30 actores entre los que figuran Blanca Portillo, María José Goyanes, Ana Labordeta, Charo Soriano o Angeles Martín..., diseñadores como Lorenzo Caprile (autor del traje que lucirá Portillo en su papel de Clintemnestra), el compositor Antón García Abril y Juan Genovés (que ha pintado el cartel). El Cultural sigue este itinerario teatral y reproduce fragmentos de las once obras.

11.00 horas: La Abadía

Despedida,
de Raúl Hernández

El autor (1964) plantea un relación entre una mujer madura y un inmigrante en la que deja intuir que éste es uno de los terroristas. "La explicación de que los terroristas son unos fanáticos no me satisface; son personas con sentimientos, que aman como cualquiera de nosotros. ¿Qué es entonces lo que les lleva a odiar tanto, e incluso, a negar sus propios sentimientos?".
HOMBRE: Te he dicho que me tengo que ir.
MUJER:¿Tan pronto? No quiero que me mientas. Luego, podemos quedar para comer. Y entonces, hablamos. (El hombre coge su pantalón y se lo pone.) Ya no me necesitas. Y huyes. ¿Es eso? Sabía que me iba a ocurrir, que en cuanto te dieran los papeles ya no necesitarías más de mí. (El hombre está con el torso al desnudo. Sale, en dirección al baño.) Me decían que no podía fiarme de alguien como tú. Me decían que los tuyos y los de mi raza nunca pueden mezclarse. Como agua y aceite. Que estaba loca y cuando se me cayera la venda de los ojos lo iba a sentir. Me porté como una tonta. Me lo decían todos pero yo te quería. Y sigo siendo una tonta. Te quiero. No pienso en otra cosa que en ti. Ahora no pienso que te vayas así como así. (El hombre aparece. La grita.)
HOMBRE: Cállate."

Entrevías,
de Yolanda Pallín

Cambiar la terrible realidad del 11-M es lo que se propone Pallín (1965) en esta pieza. En un espacio irreal, que parece el apeadero de una estación de tren, coinciden un terrorista con un hombre mayor. El terrorista ha decidido bajarse del tren, no seguir adelante con el plan asesino, acabar con "su" guerra. Pero esa ficción se desvanecerá cuando el público compruebe que los personajes prosiguen su viaje en el vagón. "Tengo la convicción", dice la autora, "de que la violencia no puede ser la solución a ninguno de los conflictos".
HOMBRE JOVEN.-(…)Yo ya estaba muerto esta mañana./Al amanecer,// Cuando colgué la muerte de mis hombros.// Ahora soy un muerto que ha dicho no.// Ahora lo sé. /Ha habido más gente que ha dicho no. /No, no lo haré.// Somos los innobles, los deshonrados, los cobardes,// Los que taparán los escombros.// Nadie nos recuerda porque nadie nos quiere recordar.// No vendemos revistas / No llenamos teatros / No hacemos la historia.// Nadie sabe cuando empezó esta guerra/Que para mí ha terminado ya.// Aquí, en Entrevías, doy por terminada esta guerra.//

12.00 h./14.00 h: Teatro Pavón

Harira,
de Ana Diosdado

Una mujer y su empleada doméstica de origen musulmán charlan poniendo de manifiesto sus diferencias culturales. Maria José Goyanes y Gloria Muñoz la protagonizan.
AMINA : ¿Ya hiciste café, siñora?. Tú también madrugadora hoy.
CARMEN: No lo he hecho yo, lo ha hecho mi marido, el pobre, para que yo durmiera un poquito más, pero nada, no he conseguido volver a coger el sueño. Bueno, ¿y el regalo por qué?. ¿Para convencerla de que se lo ponga, no?. Qué pesaditos. Si a su marido no le importa...
AMINA : No, marido no. El otra manera de pensar, menos
... Amina no encuentra la palabra, y Carmen le facilita una que a ella no le gusta demasiado:
CARMEN: Fanático.
AMINA: No. Nosotros no fanáticos. Hijo tampoco fanático, sólo que sobrino...Sobrino sí, muy...radical. Demasiado. A nosotros no gusta influencia sobre nuestro hijo. Hijo sólo dieciséis años, sobrino diecinueve. Idealista, pero muy amargado, humillado. Enfurece cuando llaman "moro", busca pelea. Dice que nosotros tibios, blandos...cobardes.


Interacciones.
(Getafe, un exilio. 2004),

de Ignacio Amestoy


Un profesor universitario vasco, Iker, presionado por las amenazas del terrorismo etarra, se ha trasladado a vivir a Madrid, donde imparte clases en la universdad Carlos III de Getafe. Es la mañana del atentado y coincide que él debe explicar a sus alumnos La Orestiada, lo que permite a Amestoy (1947) "ver en el profesor una especie de Orestes, que tiene a su Agamenón asesinado en el País Vasco, a su Electra y también a su Clitemnestra". La obra la interpreta Blanca Portillo.
-LA ACTRIZ QUE INTERPRETA A GARBIñE. Interpreto a Garbiñe, hermana de Iker. Garbiñe quiere decir Purificación; Iker, Visitación. Pero estos nombres no tienen para el autor una significación concreta. El personaje de Iker se vino a Getafe hace ocho años. Es profesor de Literatura. Cuando hace tres años su padre murió en un atentado, se trajo a su hermana, Garbiñe, mi personaje, a vivir con él. El padre había sido un militante muy activo contra la dictadura en los últimos años del franquismo (...) A Garbiñe le afectó mucho la muerte de su padre. A Iker, también. Garbiñe no se acaba de adaptar a la vida en Getafe".

13.00 h./15.00 h.: Sala Princesa

Extraños en el tren/Todos muertos,
de Jerónimo López Mozo

La acción transcurre en el interior de un tren de cercanías unos tres meses después del 11 de marzo de 2004. López Mozo (1942) profundiza en "la desconfianza que provoca la presencia de desconocidos entre los viajeros habituales; el deseo de muchos de que se mantenga eternamente vivo el recuerdo de lo sucedido; y el de otros que preferirían que cesasen las ceremonias de homenaje a las víctimas. Pero sobre todo se trata de una invitación a reflexionar sobre el poso xenófobo y racista que llevamos dentro ". Atendiendo al carácter colectivo del proyecto, la propuesta es abierta para que pueda trabajar con absoluta libertad. Así, el texto es fragmentario y el número de personajes indeterminado. Aquí esta interpretado por Abel Vitón.
"-cualquiera puede ser víctima de un accidente, en el autobús, en el cercanías, en un cercanías, en éste, existe la posibilidad, a veces la mala suerte se ceba en uno, aunque en un trayecto tan corto qué puede suceder, no debiera suceder nada, pero si el trayecto lo repito más de trescientas veces al año la cosa cambia
-tengo fobia al tren
- mi amigo no había visto antes a aquel tipo, estaba en el andén, subieron al mismo vagón, se sentaron uno enfrente del otro, llegaron a Atocha, bajaron del tren y le perdió de vista, nada hacía sospechar que el individuo de marras fuera un terrorista y, sin embargo, lo era, le reconoció en una foto robot, cada día, desde entonces, le busca en el andén, en el vagón, sin esperanzas de encontrarle, sin ganas de encontrarle, con la certeza de que, si reaparece"


12.30 h./ 14.30 h.: Círculo de Bellas Artes

Ana y el 11 de marzo,
de Paloma Pedrero

La misma historia es contada por tres personajes distintos en tres piezas breves, lo que permite a su autora jugar con tres puntos de vista: Angel ha muerto en el atentado de Atocha, muerte que es vivida por su amante, por su mujer y por su madre, quienes también comparten el nombre de Ana. "El encargo era muy difícil y yo no quería dar una visión política, sino hablar desde el punto de vista de las víctimas, víctimas de todo signo de violencia (ETA, machismo...). Quizá donde más expreso mi toque feminista es en la última obra, la protagonizada por la madre de la víctima, cuyo personaje es una anciana que sufre demencia senil", señala Pedrero. El fragmento siguiente es el protagonizado por la amante.
ANA: Amore, he visto a tu mujer en la televisión. ¡Era tu mujer! Estaba entrando en un hospital. Lloraba, ángel, lloraba desconsoladamente. ¿O no es tu mujer? ¿Por qué lloraba? Ves, Ana puede llorar hasta delante de una cámara. Y yo ni estando sola puedo llorar por ti. Ya llevamos un año juntos, ya es hora de enfrentarnos a… Sí, ya sé, que hay que hacer las cosas bien. Despacio. Pero la vida no va despacio. La vida se acaba inesperadamente…Sí, cuando menos te lo esperas vienen unos canallas… y llenan la maleta de metralla… No, cielo, no hablemos de eso más. Voy a colgar para que me llames enseguida. Ah, y borra este mensaje. A ver si lo va a oír ella. Que no se entere de lo nuestro así. Pobrecita…

13.00 h./18.00 h.: Casa de América

Tesoro del predicador,
de Juan Alberto López

Es una de las obras más surreales del conjunto, escrita en un tono farsesco: "Opté por plantear la sensación que tuve durante el atentado, que era la de no creerme lo que me estaban contando y también la de cómo se sacaba partido de las desgracias". Está protagonizadas por seis bufonescos personajes.
EL: (...) Satisfaced vuestros viejos rencores. Saciad vuestra sed fanática. Arrodillaos ante vuestro único dios.... ¡Matadnos! ¿Qué vais a hacer? ¡Matarnos! Detrás de sus muertes y las nuestras, vendrán otras en una masacre sin fin. Aún queda mucho para que la guerra se erradique de nuestro planeta, pues sigue estando presente en nuestras vidas, sembrando la muerte. A más muertos, más petróleo, a más petróleo, más coches, a más coches, más dólares, y cuanto más coches haya atropellando nuestras pisadas, más costará el valor del gran tesoro: el pan nuestro de cada día. ¿Será que la paz es tan sólo un sueño? ¿Será la propia paz la portadora de la semilla de la guerra? ¡Matadnos! ¡Quiero sumarme al horror sin fin de estas víctimas inocentes!
ELLA: ¡Qué bien hablas, cabrón de mierda!


El muerto y el mar,
de Julio Salvatierra

Para el autor se trata de una obra fantástica que, inspirada de lejos en el mito de Creonte, reúne a las 291 víctimas en una especie de laguna. Allí se encontrarán con todos los muertos que llegan a diario. "Mi intención", dice, "ha sido reflexionar sobre la necesidad de universalizar (globalizar) los conceptos de ciudadanía, de justicia y de igualdad por encima de fronteras y civilizaciones".
ALINA: Gracias. (Les saluda emocionada, con sinceridad) Hola, Adelaida, y hola a todos los demás. ¿Cómo están? Pasen por aquí, pasen, por favor, y siéntense. Como les ha dicho Caronte, un buen amigo, mi nombre es Alina y soy la delegada del reino para el Tránsito. Esta delegación, aunque nadie lo sepa, data de la época de los Reyes Católicos, aunque en un principio se llamó Real Correduría de la muerte del Buen Nombre, y su finalidad actual es velar porque -una vez fallecidos- el tránsito hacia el más allá de nuestros mejores ciudadanos se realice con la dignidad debida. (Entra Ben, que se sienta al fondo, mirando el mar y la escena, sin decidirse a interrumpir). Sé que están muy afectados, que todo esto les resulta nuevo e incluso inverosímil, pero a pesar de ser así, así es. Ahora la muerte les parece un sueño, y tal vez lo sea, no lo sé, pero es un sueño que va a seguir…

Nostalgia del mar,
de Margarita Reiz

"Quería hablar del 11 M sin hablar del 11 M", explica Reiz (1957). Le costó mucho dar con la fórmula, que es la de presentarnos a una mujer que entra en coma tras el atentado y vive una experiencia idílica, en la que conecta con seres que ya se han ido. En un estilo poético-simbólico, Reiz consigue hablar "de algo en lo que no creo, la casualidad".
MARINA: Eso no importa ahora... (Recuperándose) Lo que importa ahora es que soy Marina y he vuelto al mar, por fin he vuelto, nadie sabe dónde estoy, me he escapado, ¿sabes? Me he escapado de mis hijos, porque creo que me quieren volver loca. Marcos no, él ha puesto una nota pegada al espejo del baño que decía: "Mamá, no está loca. Marcos".
Por eso he salido corriendo con cuatro cosas cogidas al vuelo y me he ido. Sin pensarlo. A la estación del tren
...(…) (Se oye un pitido intenso y repetido, como el de las máquinas de hospital que miden el latido del corazón).
JOVEN: Vamos a tener que despedirnos.
MARINA: ¿Te busca la policía?
JOVEN: Eres tú la que se va. Es a ti a quien buscan. Te esperan, abrázales por mí. Abrázate a su vida y sigue, tú tampoco has terminado.


15.00 h./ 17.00 h.: Cuarta Pared

Pronovias,
de Laila Ripoll


Dice Ripoll (1965) que su pieza "hay que verla como un homenaje a las víctimas, por lo que ha intentado darle un tono de ternura y esperanza". La obra presenta a dos supervivientes del atentado y una dependienta de una tienda de trajes de novias.
CLARI: Esto en dos o tres días lo tengo yo más que dominado. Le encasqueto el traje a mi hermana, que se paseé por el pasillo y ya verás si puedo o no puedo con la cola. Cosas más difíciles hemos hecho, ¿no?
BEA: Un depósito...
CLARI: ¿No hemos aprendido a subir y bajar escaleras? ¿No hemos aprendido a dormir sin dar un brinco a cada minuto?
BEA: Un depósito...
CLARI: ¿No hemos conseguido convivir con nuestro cuerpo como si estuviera entero?
BEA.- Un depósito...
CLARI.- ¿No hemos conseguido volver a viajar en tren? ¡Y deja ya de machacar con el jodío depósito, que yo estaré sorda, pero tú te repites más que la cebolla! El dinero lo sacaremos de donde sea, pero tú te casas como Dios manda, como que yo me llamo Clari.


Oxígeno,
de Yolanda Dorado

"Me planteé el tema sobre cómo te cambian las prioridades en la vida ante una tragedia de este calado", dice Dorado (1970). Se inspiró en historias reales de víctimas que conoció de cerca. Su pieza enfrenta a dos mujeres supervivientes del atentado que, en un hospital, hablan de lo que las salvó (un presagio, una casualidad) y de cómo intentan superar el trauma ocasionado por la tragedia.
-SOFIA: Si hubiera tenido un poco más de tiempo… Un poco más de tiempo para decirte que no cojas ese tren. Un poco más de tiempo para obligarte, prohibirte, regañarte, utilizar cualquier excusa disponible, pero a ese tren no vas, no vas y se acabó. La vida es tan jodida para los que nos quedamos que más valdría irnos de repente, en ese vuelo raso y explosivo, sintiendo levemente la caricia, el aire justo antes de hacerse irrespirable, el último suspiro.


11 autores, 30 actores, 1 director
Poner en pie Once voces, con 11 autores, 30 actores y en siete salas no es tarea fácil. Adolfo Simón, director de la compañía Dante y padre de esta idea, confiesa que lo "más complicado está siendo establecer los horarios de ensayo con los actores, ya que ellos tienen otros compromisos profesionales". La variedad de los estilos de las obras no es un inconveniente para Simón, pero sí busca, especialmente cuando se representen todas juntas en el teatro Español, que compartan algún elemento. En este sentido, la música juega un papel fundamental, ya que Antón García Abril ha compuesto un solo de chelo que se empleará en todas las piezas. También hay un elemento escenográfico común, unas vías de tren de madera (Juan Sanz y Miguel Angel Coso) que aparecen en todas las pieza; y ayuda el vestuario ideado por María Luisa Engel. Los títulos se han agrupado por salas siguiendo varios criterios:"el tipo de sala, por ejemplo, la obra de López-Mozo exige mucha cercanía y la sala Princesa es ideal; y por el tipo de obra o por la generación de los autores". Simón, que ya montó en el pasado una gala dedicada a los desaparecidos argentinos (Teatro por la identidad), trata de que algunas de estas piezas no "mueran" en esta función, que se representen en un futuro. Liz PERALES