D"Avant, de Sidi Cherckaoui

Dos espectáculos que responden a dos formas de concebir la danza casi opuestas se presentan en Madrid y Barcelona. On cherche une danse, de Olga Mesa, llega el 10 de marzo a La Casa Encendida, mientras D’Avant, creado por Sidi Larbi Cherkaoui, es un exuberante mosaico de danza y música que se verá a partir de mañana en el Lliure.

El Lliure presenta D´Avant, el cuarteto creado e interpretado por Sidi Larbi Cherkaoui y Damien Jalet (miembros del colectivo belga Los Ballets C de la B), el canadiense Luc Dunberry y el vasco Juan Kruz Díaz (de la compañía de la coreógrafa alemana Sasha Waltz). La obra es un exuberante mosaico de danza y música que nació a raíz de la pasión de los cuatro por la música medieval vocal. Los intérpretes bailan y cantan en escena con la misma facilidad y construyen, dentro de una propuesta teatral y lúdica, una lectura amplia de las posibilidades escénicas del cuerpo. D´Avant se inicia en una zona de obras y de allí se embarca en un recorrido por las raíces de la música vocal occidental sacra y profana que evoca, sin narrativa, diversas épocas históricas desde una perspectiva contemporánea. Estrenado en 2002, D´Avant sirvió como base de Foi, obra posterior del coreógrafo marroquí-belga Cherkaoui, formado en P.A.R.T.S. e influído en su lenguaje corporal por fuentes tan diversas como William Forsythe, Pina Bausch, Trisha Brown, el hip-hop, el jazz y el teatro. Un bailarín excepcional, muy valorado como coreógrafo, aventurero y sobre todo, un gran alquimista de talentos cuyas piezas han sido descritas como "caleidoscopios de inusual densidad".

Más público, más privado
La obra que presenta Olga Mesa en Madrid no podría estar más lejos de la elaborada habilidad escénica de D´Avant. On cherche une danse es la cuarta pieza del proyecto "más público, más privado" iniciado en 2001 por esta coreógrafa y artista plástica asturiana que actualmente desarrolla gran parte de su trabajo en Francia. Creada en colaboración con el artista y realizador audiovisual Daniel Miracle y el músico experimental Nilo Gallego, la pieza encuentra en el mismo proceso de creación un hecho poético que comparte en el momento con el público. La captación de imágenes y sonidos en directo que no se llegan a ver ni oír y forman parte, en palabras de la coreógrafa,"de un diálogo de aproximaciones físicas dentro de un espacio común. Uno de los objetivos en ‘más público mas privado’ es acercar la mirada del espectador al propio proceso del trabajo," comenta Mesa desde Francia. "Es acercar el cuerpo a una escritura de reflexión que viene creada por la mirada del espectador."

La coreógrafa colabora con dos artistas que no son ni actores ni bailarines: "Desde el inicio de ‘más público, más privado’ volví a un espacio más real, menos estético, donde el intérprete trabaja de una manera artesanal. Un lugar intermedio de transición entre lo que pensamos y lo que hacemos. El espacio visual y sonoro es fundamental para mi escritura. He traído a escena lo que normalmente está invisible. Con esta pieza estoy en ese proceso de dejar que surja esa danza pero no necesariamente de una manera visible. No bailamos mucho, sin embargo hay todo un trabajo de espacio y de miradas donde siento que la danza está," explica. Esa búsqueda de la intimidad la lleva a redefinirla: "La intimidad no es solo hablar de lo tuyo," dice la coreógrafa. "Es despojarte de la necesidad de ser interesante en escena. Me interesa cada vez más la sencillez de las cosas, lo artístico pero más comunitario. Necesitamos el público real, no sólo el público que ya se interesa por nuestro trabajo."