Teatro

El invierno bajo la mesa

Autor: Topor. Directora : Natalia Menéndez

31 marzo, 2005 02:00

Actores: Toni Acosta, Antonio Zabalburu, Lorena Verdún, Arturo Arribas, Paco Luque. María Guerrero (Sala Princesa). Madrid

Por lo visto hasta ahora la sala Princesa parece destinada a convertirse en el reducto sagrado del CDN. Los textos obedecen más que a una calidad específica a la doctrina actual sobre el pacto de civilizaciones; más los montajes son de una primorosa caligrafía. De este delicioso cuento de Topor no pueden sacarse conclusiones sobre la integración en la próspera Europa de los emigrantes liberados por la caída del Muro; lo mismo que de El señor Ibrahim... no cabía deducir la armonía de árabes y judíos. Más allá de una cultura de la tolerancia cualquier reflexión es temeraria. El invierno bajo la mesa es un cuento muy serio al que Natalia Menéndez ha dado una exquisita consistencia teatral: por el uso del espacio escénico (Barajas) y por la interpretación de todos, incluso de la sexóloga Lorena Verdún; y sobre todo, por parte de Toni Acosta que muestra una sorprendente naturaleza de actriz camaleónica y sutil. Con todo, esta excelencia actoral de conjunto no es lo más importante de la obra. El doble plano escénico, arriba y debajo de la mesa, donde trabaja la traductora y donde vive el subarrendado zapatero sinpapeles, configura un sorprendente juego escénico: ingenuidad y complicidad, sensualidad e inocencia. Este espacio ínfimo al que alude el título es el espacio mágico donde las espléndidas piernas de la traductora reducen y fascinan al ingenuo trasterrado. Una cortinilla y un sugerente efecto de sombras chinescas muestran toda la riqueza de ese mundo de debajo de la mesa que convive sin problemas con el de arriba. El cuento concluye como deben concluir todos los cuentos: la derrota de los malos y la felicidad de los buenos.