Teatro

Pregúntame por qué bebo

Autor: Juan Carlos Ordoñez

7 abril, 2005 02:00

Director: Jesús Cracio. Actores: Ramón Langa, Juan Polanco. Arlequín. Madrid

Se empieza por una tónica, fría y viuda de alcohol, para matar la resaca y se concluye trasegando una cosecha de whisky escocés. Ese es el viaje a los infiernos de un borracho que niega serlo y atribuye a accidente circunstancial, aunque cotidiano, las mordeduras terribles de la dipsomanía. En esa jubilosa ascensión a los cielos del alcohol liberador y la inevitable caída al abismo de la resaca, hay en este texto de Juan Carlos Ordóñez una ácida emulsión de rencores, fracasos y autodestrucción. Jesús Cracio dirige con pulso firme Pregúntame por qué bebo y Ramón Langa vive con mesurado talento de gran actor ese descenso a los infiernos. Langa es más que una voz, la gran voz del doblaje español. Este texto, reformado y retocado, fue éxito con idénticos protagonistas hace pocos años. Pregúntame por qué bebo es lo bastante enrevesada para que un histrión impudoroso se desmadre con lo cual daría al traste con la intensidad de la obra. La verdad del borracho es una verdad discontinua, pero profunda; la lucidez es consecuencia de la capacidad liberadora del vino; y los momentos de postración, de disolución del yo, obedecen tanto a una ingestión desmesurada cuanto a la rebelión de la conciencia. Este proceso es la clave de un trabajo actoral rico, controlado e intenso. El contrapunto de Ramón Langa es Juan Polanco, un camarero que demuestra lo buen actor que se puede ser sin decir palabras.