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Teatro

Miscelánea

Llegan los Karamazov, A pedir de boca, danza sobre la mesa

30 junio, 2005 02:00

Kristian Lupa dirige la versión escénica de Dostoievski

Llegan los Karamazov
Los amantes de Dostoievski tienen ocasión de ver una de sus mejores novelas, Los hermanos Karamazov, escenificada. La adaptación, además, la firma uno de los directores polacos más acreditados, que ha llevado a escena numerosas obras de la literatura rusa y austriaca: Krystian Lupa (Jastrzebie Zdroj, 1943). De él, que yo recuerde, no se ha visto nada en nuestro país, pero sus trabajos son muy bien recibidos en Francia donde, según dice, "son el ingrediente irracional que falta en el menú tradicional francés". Lupa se inició en las artes plásticas, estudió cine y, finalmente, dirección escénica. Ha dirigido varios teatros en su país, entre ellos el Stary Teatr de Gracovia, y ha impartido clases también en el Conservatorio de Arte Dramático de la misma ciudad.Gombrowicz (El matrimonio, Yvonne, princesa de Borgoña) ha sido uno de sus autores de cabecera en su época temprana, años en los que puso en práctica su "teatro de la revelación", teatro como un instrumento de exploración del individuo: "El teatro de la revelación es el examen de las capas sucesivas que componen la materia de la que está hecho el individuo y el mundo. Yo los descascarillo hasta el agotamiento. Me interesa siempre transgredir los límites del individuo, porque son el resultado de nuestras contradicciones internas, de nuestras angustias, de nuestros deseos insconscientes y de la amenaza que nos expulsa de nuestra espiritualidad".

Los hermanos Karamazov es un clásico del repertorio del director: La estrenó en su país en 1990 y la repuso en el Odeon de París diez años después. Lupa consigue reducir la monumentalidad de la obra y envolverla en una atmósfera onírica, sutil y sublime. Está protagonizada por Jan Peszek, Zbigniew Rucinski, Jan Frycz y Pawel Miskiewicz. Se representa en el Lliure de Barcelona, en polaco con subtítulos en catalán, y dura cuatro horas.


A pedir de boca, danza sobre la mesa
La sala Pradillo de Madrid vuelve puntual a su cita estival con la danza y la gastronomía. A partir de mañana, el escenario de la sala se convierte en un restaurante donde los comensales podrán disfrutar del menú degustación A pedir de boca, un singular programa que conjuga sugerentes platos de cocina con danza contemporánea, danza teatro, flamenco, baile español... El aperitivo se aliñará con la participación de Paloma Díaz y Charo Sánchez y su coreografía Verde que te quiero verde. De primer plato se servirá pipirrana con bacalao, aderezado con los pasos de Daniel Doña y Olga Pericet. Ternera a la miel calentada con la coreografía de Guillermo Wieckert es el suculento segundo plato al que le seguirá el postre, titulado María ácida y El Niño La Traca, de Carlos Chamorro y Lola Blanco. Café, copa y puro encendido por la danza apasionada de Nicolas Rambaud y Coral Troncoso ponen el punto final a este festín que se ve, se huele, se degusta y se escucha.