Teatro

La gaviota

Autor: Anton Chejov. Director: Juan Pastor

8 diciembre, 2005 01:00

Actores: Maria Pastor, Raúl Fernández, Ana Alonso, Josep Albert, Alex Tormo... La Guindalera. Madrid

No es baladí la aclaración que Juan Pastor hace en el subtítulo: "Propuesta para seis actores en torno a La gaviota". En el fondo aquí esta la madre del cordero de la "revisión" de este drama, uno de los más hermosos y tristes del universo chejoviano. La obra de Chejov es el miedo de los hombres a vivir; y entona el funeral de una sociedad envenenada de muerte. En este sentido, Treplev no es solo la letal encrucijada de una sociedad exhausta; sus propuestas de renovación literaria son, a la vez, una regeneración social y moral. Se echa de menos el pistoletazo último de Treplev, tan célebre en la historia del teatro, como el portazo de la Nora de Ibsen. Más, en realidad, en La Guindalera todo esta ya sentenciado. Juan Pastor, como maestro de ceremonias, más al estilo ritual de Kantor que al de un narrador omnisciente, va dando algunas claves de esta conmovedora representación. La trama pierde peripecias y los personajes principales ahondan su abismo de soledad, su desesperado infierno personal, como respuesta a la imposibilidad de ser medianamente felices. Y, puesto que de propuestas para intérpretes se trata, dentro del respeto a la letra y al espíritu de Chejov, dejemos constancia del excelente trabajo actoral. Una delicada y frágil Nina (María Pastor) que vibra con sutilísimos matices; una Masha (Ana Alonso) espléndida, firmísima y conmovedora, tanto en la amargura esperanzada como en el rencor; un Treplev (Raúl Fernández) atormentado lleno de patetismo; y la perplejidad humilde y humillada de Medvedenko (Alex Tormo); la prepotencia contenida de una diva, Arkadina (Ana Miranda). Y por último, ese difícil equilibrio de Trigorin (Josep Albert), entre la vanidad y el escepticismo, la seducción canalla y destructiva y el convencimiento de las propias limitaciones de escritor.