El idiota, la última noche, adaptación de la novela de Dostoievski, se presenta en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares los días 29 y 30 de abril. Está protagonizada por Oscar Intente y Carles Sanjaime.

Dostoievski y Madrid llevan camino de convertirse en pareja de hecho. El difícil y complejo novelista ruso visita la región por tercera vez este año. A la fugaz aparición que hizo en la capital, en febrero, de la mano del esloveno Tomaz Pandur (Los hermanos Karamazov) y en el Teatro de Cámara, donde la compañía de ángel Gutiérrez representa Crimen y castigo, se une ahora el tercer título basado en la obra del escritor El idiota. Dirigida por Antoni Simón, la adaptación se representa en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares.

La obra se centra aparentemente en la última noche. Pero en realidad abarca, sin tocar todas las teclas que aparecen en la partitura de Dostoievski, la novela desde el principio, desde que Rogojine y el príncipe Myshkine se conocen a bordo de un tren. El encuentro produce una atracción entre "dos personalidades opuestas que cambia la vida de ambas", asegura Simón. Para el director, los protagonistas de la obra son como "esos polos opuestos que, precisamente, por lo dispar que son, se atraen de forma irremediable".

Uno, el príncipe, es "la inocencia, la bondad", que le hace llegar a la ingenuidad y la confianza hasta el punto de parecer idiota por complacer a los demás; incluso "hasta llegar a ser perjudicial para sí mismo". El otro es lo contrario, "la lujuria desenfrenada que le lleva a coger todo lo que quiere", sin importarle las consecuencias de sus actos sobre los demás. Y al fondo, sin aparecer en el escenario pero con "una presencia omnipresente" en todo lo que se dice y se hace, está la figura de Nastassia Filippovna, la joven por la que los dos personajes de la obra "se reúnen, conversan y se enfrentan" a lo largo de la noche hasta que su aparición desencadenará el trágico final de los contendientes. Pero antes de eso, el aroma de la mujer impregnará todo. "Hay un ‘leit motiv’ en la obra, una escena que se repite, la del príncipe preguntando a Rogojine si Nastassia está allí", una pregunta con la que queda enmarcada la ingenuidad del pobre de Myshkine y que sirve también para contraponer esa actitud con la de su contrario.

El extraño triángulo añade un cuarto vértice con la presencia de Dios. O más bien, la búsqueda de Dios, que tiene lugar a través del cuadro del Cristo que aparece en la novela. La escenografía del montaje -de Paco Azorín. así como la iluminación- lo recrea con una serie de fragmentaciones del cuadro que lo muestra de diversas formas. Con ello Simón recoge esa necesidad del espíritu religioso que campea sobre la obra de Dostoievski, más allá del famoso "si Dios no existe, todo está permitido".

La puesta de Simón es "un trabajo poético con dos personajes arquetipos". Para ello los ha reunido en un único espacio que les permite viajar al pasado a través de constantes flash backs que explican su trayectoria desde que se vieron por primera vez, en un inesperado encuentro. Desde entonces, la "tensión va en aumento, como si fuera una intriga que va a desembocar en la locura, mental o espiritual del personaje". óscar Intente, como Rogojine, y Carles Sanjaime, en el papel del idiota la protagonizan. Simón resalta la importancia de los intérpretes, que han de concentrar la poesía y la locura casi a un mismo tiempo.