Teatro

Un jardín de rojos madroños

Enrique Cabrera estrena en La Abadía "Pequeños paraísos"

30 noviembre, 2006 01:00

Elisa Sanz firma el vestuario de Pequeños paraísos

Ya empieza a ser habitual que la compañía que dirige Enrique Cabrera, Aracaladanza, se instale por estas fechas en La Abadía de Madrid. Pequeños paraísos, dirigido a un público a partir de 4 años, es su nuevo trabajo, inspirado en la obra de El Bosco.

No es fácil clasificar la labor de la compañía Aracaladanza, que suele ser considerada como una formación de danza aunque el uso de marionetas y de vistosos elementos escenográficos y de figuración la sitúen también en el terreno del teatro visual o del teatro de objetos. Desde hace unos años, la compañía estrena sus espectáculos en La Abadía de Madrid, permaneciendo en esta sala en las fechas navideñas ya que se dirige a un público familiar, a partir de niños de cuatro años. Tras Visto y no visto, Maletas y ¡Nada... nada...!, presenta ahora su nuevo trabajo inspirado en el famoso cuadro El jardín de las delicias, de El Bosco, un pintor de época renacentista aunque su obra arrastre un sentido más gótico y más propio de la Baja Edad Media.

El director Enrique Cabrera ha seleccionado la tabla izquierda y el panel central del tríptico del pintor que se exhibe en el Museo del Prado para inspirar su espectáculos. La tabla izquierda representa el Paraíso, cuando Dios le presenta a Adán a la mujer. La tabla derecha representa el Infierno, mientras el panel central no se sabe a ciencia cierta qué significa ese jardín en el que abundan los rojos madroños (la pintura también recibe el nombre de Pintura del madroño) y las rosadas fresas y donde viven una vida placentera cientos de jóvenes, blancos y negros, entregados al disfrute de la naturaleza y del amor. La obra reproduce un bestiario, de acuerdo con el Génesis, pero también muestra los revestimientos animales que pueden adquirir los humanos según sus vicios. En fin, que el cuadro es un jeroglífico que ofrece múltiples detalles de inspiración, numerosas lecturas y muchas ideas.

Dice Cabrera que su labor no ha consistido tanto en imitar en el escenario y con actores las imágenes que pintó El Bosco como de recrear la idea de paraíso que le sugiere, de jardín fantástico en el que a uno le gustaría perderse. Lámparas, globos de cristal, flores, joyas brillantes, cajitas... y marionetas son los elementos de los que la compañía se sirve para esta recreación que protagonizan cinco intérpretes (Carolina Arija, Gemma Galera, Noelia Pérez Gil, Raquel de la Plaza y Natalí Camolez).

La labor de la compañía se sitúa en las antípodas de la intención moralizante del pintor: "La obra no enseña, no guía, no adoctrina, abre la imaginación y atrae la libertad", dice Aracaladanza. Humor, fantasía y belleza son, según sus artífices, los ingredientes que caracterizan este nuevo trabajo. Elisa Sanz firma el vestuario y Mariano Lozano la música, y el diseño escenográfico es de Cabrera y Sanz.

Después de haber sido galardonada en FETEN (Feria de Teator para Niños de Asturias) en varias ocasiones, Aracaladanza es una de la compañías españolas más originales dedicada al teatro para niños. Su obra, por cierto, es muy apreciada en el Reino Unido, donde la compañía está teniendo una calurosa acogida.