Teatro

Orion va al Lliure

Gelabert interpreta la danza en clave científica

22 febrero, 2007 01:00

Orion explora el mundo de la ciencia a través de la danza. Foto: Jordi Bover

La relación entre toda forma de vida y su origen es la base de Orion. La obra es la nueva producción de la compañía Gelabert-Azzopardi, que la compañía estrena elo 22 de febrero en el Teatre Lliure de Barcelona.

Por trayectoria y por compromiso la Compañía Gelabert/Azzopardi es sin duda una de las más artísticamente solventes de la danza contemporánea en España.

Cuando la danza contemporánea hacía sus pinitos en este país, una de las características que dejaba una huella importante en los trabajos de esas primeras generaciones de coreógrafos fue que llegaban a la danza con cierta madurez, guiados por una curiosidad y avidez de plasmar en el cuerpo inquietudes que se habían despertado en la búsqueda personal que ya les había marcado en otros campos. Esta manera de acercarse al movimiento les aportaba una visión y capacidad de análisis que marcaría los temas que les inspiraron y la manera de investigarlos.

En el caso de Cesc Gelabert la danza fue acompañada por la arquitectura, disciplina que requiere una visión global y también detallista. La costumbre de crear proyectos coreográficos con ideas motoras claras y un planteamiento global muy coherente la ha desarrollado desde 1980 en colaboración con Lydia Azzopardi, influencia fundamental en la estética de la compañía.

Orion, la nueva producción que Gelabert/Azzopardi estrenará esta semana en el Teatre Lliure de Barcelona, donde es compañía residente, refleja claramente esta postura. Concebido y dirigido por Gelabert, responsable de la coreografía en colaboración con los bailarines, la decimosexta producción de la compañía no se anda con chiquitas al abordar la relación ineludible entre toda forma de vida y el origen de la misma. Dividida en tres partes dedicadas respectivamente a la materia, la vida y el ser humano, Orion cuenta con el asesoramiento del científico óscar Vilarroya. Conceptos fundamentales de la ciencia actual, entre ellos el big bang, la teoría darwiniana de la evolución o las neurociencias cognitivas, crean un marco amplio en el cual los diez bailarines se pueden desarrollar a gusto. Para Orion la compañía ha contado con un equipo nutrido de colaboradores. La música original corre a cuenta de Francisco López, celebrado experto en escucha y creación de mundos sonoros, y de Borja Ramos, que en los últimos años ha desarrollado trabajos con numerosos coreógrafos en España y bandas sonoras para cine.

Las imágenes tienen su peso en esta visión del tejido de la vida, creadas por Julia de la Rosa y Paco Periñán que, con el espacio escénico e iluminación de Baltasar Patiño, dan forma al entorno que acoge a los diez bailarines, Gelabert y Azzopardi incluidos, que componen un elenco internacional y muy personal. La danza de la compañía es inteligente e inquieta, la estética está cuidada, y los bailarines son buenos. Si alguien es capaz de dar cuerpo al esquema vital universal en una hora y media, esos son sin duda Gelabert, Azzopardi y su equipo.