Teatro

Tamzin Townsend

“Shakespeare es un trampolín que te lleva a la luna”

15 marzo, 2007 01:00

Tamzin Townsend. FOTO: Domenec Umbert

La directora de más éxito del teatro español de los últimos años pasa una nueva reválida desde esta noche en el Teatro Albéniz de Madrid. En esta ocasión, el objeto del examen es nada menos que su compatriota Shakespeare, de quien Tamzin Townsend dirige una versión festiva y playera de El sueño de una noche de verano para la que Antonio Carmona ha compuesto nueve canciones.

Responsable de algunos de los mayores éxitos del teatro más reciente en España, como El Método Grünholm o Gorda, la directora británica se mete ahora en el mundo mágico de El sueño de una noche de verano con el que espera mostrar su cara más juguetona y divertida.

-¿Qué tiene Tamzin Townsend que convierte en oro todo lo que dirige?
-Yo creo que para hacer teatro que funcione necesitas tres ingredientes básicos. Un buen texto, un buen reparto y una buena producción que facilite las cosas y trate bien a la gente. Con eso puedes convertir en oro lo que toques. Yo, la verdad, es que he tenido la suerte de contar con los tres ingredientes en El Método Grünholm y en Gorda.

-¿Pero algo habrá hecho usted?
-Son buenas, no me voy a quitar medallas, porque lo he hecho bien. Pero es que son obras muy buenas, que tendrías que tener ganas de destrozarlo para hacerlas mal. Quiero decir que las dos funcionan por sí mismas Yo, una obra que la leo y pienso que no sé por donde cogerla, no la entiendo y no la voy montando en mi cabeza, no la hago. Y obviamente lo que queremos todos los directores es tener el mejor reparto posible. Pero no sólo muy buenos actores, sino actores con los que nos entendamos. Mi estilo de dirigir es muy personal, trabajo mucho con el juego, la improvisación, estoy muy cercano al actor. Por eso es necesario que cuando les diga, vamos a jugar, a improvisar, no se pongan pálidos ni busquen la salida más cercana. Necesito un tipo de actor que entre en mi dinámica. Si no entran, tendré problemas. Nunca empiezo un texto con "página 1, entrada", siempre lo hago con una semana de juegos. Acerco la obra y los autores, pero a mi manera. Es lo que me enseñaron, una forma que la tengo tan dentro de mí que sería incapaz de hacerlo de otra manera. Por eso para mí, el teatro es del actor. Si no puedo con el actor no saldrá el espectáculo.

-¿Qué ha encontrado en El sueño... para dirigirla?
-Primero tengo que decir que llevo a Shakespeare en la sangre. Vengo de una familia muy de teatro, he visto todas las obras de Shakespeare, algunas muchas veces. En Inglaterra, Shakespeare es muy común, está en el idioma, con muchas frases incorporadas. Yo no le tengo un respeto que me paralice, como les pasa a los españoles. Si hiciera un clásico español, seguramente tendría el miedo en el cuerpo. Pero con Skakespeare no. Para mí es un como un trampolín que me da tanta fuerza, energía, que con él puedo ir a la luna y volver. En todas sus obras hay tantas cosas, tantas ideas, tiene tantos personajes interesantes que puedes escoger lo que quieres. Eso sí, lo tienes que hacer con cierta coherencia, saber qué es lo que quieres explicar y cómo lo vas a vestir. De mi Sueño han dicho que es arriesgado porque tiene estética gitana. No lo es en absoluto, es más bien moderado y está más que justificado en el texto cuando, por ejemplo, el padre, el patriarca, dice a su hija: "Haz lo que yo te digo si no quieres tener problemas". Lo podemos decir de muchas maneras, una es en plan gitano.

-Y que se desarrolla en una playa en vez de en un bosque…
-Sí. Al principio, a mí me propusieron el cambio para acercarlo más al sur y no me pareció bien, me costó, porque tengo muy metido en la cabeza el bosque. Pero después de trabajarlo y de buscar equivalentes entre la magia del bosque y la de la playa me parece lo más normal.

-¿Cuál es el sello del montaje?
-La gente va a ver un Sueño muy Tamzin. Está muy cerca de mí, como el A vuestro gusto del año pasado. Tiene una esencia absolutamente mía, el juego, la energía, la forma de explicar. Pero como nadie vio la obra, me tienen por la directora seria, ácida de El Método y Gorda. Pero a mí lo que me gusta es jugar y en El sueño el texto y los actores me han dejado jugar todo lo que he querido.

-¿Un Sueño festivo?
-Es que es festivo. Un divertimento. Si alguien quiere ponerlo en plan serio y profundo, la va a cagar, se lo va a cargar. Habla de la locura, del amor. Yo siempre he querido hacer un espectáculo en el que una vez que entras en el mundo de Titania y Oberón, la playa, lo hagas en el de la locura, del desmadre. Donde la gente no está en posesión de sí mismos, se pierde mental y físicamente. Sin reglas, y normas, donde pierden la ropa, las relaciones se complican. Para la dirección también es una locura, pero he comprobado que la gente lo pasa tan bien que se levanta, grita. Me hace muy feliz, porque es algo que hemos hecho en casa, no hemos venido de fuera para decir cómo hay que hacerlo. Es algo de lo que estoy más orgullosa, porque hoy en día parece que todo lo que funciona viene de fuera.

-¿Cómo surgió la idea de incorporar canciones?
-Siempre ha sido así. Yo he llegado después al proyecto de Antonio Carmona y como me pareció fascinante lo acepté. Luego ha hecho la música que yo quería, nos hemos entendido muy bien. Con las letras ha pasado lo mismo. Son de Juan Bosco, pero con los textos de Shakespeare. Yo estaba a su lado, con el original en inglés diciendo "no, no, no, no, eso no es así".

-En Inglaterra el texto es sagrado, pero lo demás puede cambiar…
-Exacto. Si alguien ha escrito una obra que funciona 200 años después es por ese texto, por qué lo vas a cambiar. Si explica lo que quieres explicar, de la manera que lo quieres explicar, no lo cambies. Respétalo y luego pon el sello que quieras.

-En España suele decirse que es imposible cargarse a Shakespeare...
-No es verdad, yo he visto hacer cosas malísimas. El Método y Gorda es un tipo de teatro que no tiene que ver con este teatro, cuando Shakespeare falla es porque lo haces aburrido. Pero es que yo he visto tantas obras de Shakespeare y aquí la gente sólo ha visto las buenas. Si alguien va a ver una obra de Shakespeare y dice "qué rollo" y bosteza, ya está: mal.

Fiesta gitana

Enamorada del teatro desde que a los diez años, en 1977, asistió a una representación de Macbeth alrededor de un círculo pintado con una tiza, pero con la participación de Judi Dench, en una iglesia de la localidad donde nació Skakespeare. La británica Tamzin Townsend se ha convertido en la directora de moda del más reciente teatro español. A sus éxitos, que ella suaviza, con El Método Grünholm o Gorda, su trayectoria suma otras interesantes propuestas que no han tenido demasiada trascendencia. Entre otras figura una sencilla y divertida versión de A vuestro gusto que estrenó la temporada pasada y que puede considerarse, en cierto modo, un antecedente del presente El sueño de una noche de verano. Aunque ahora, la directora aprieta un poco más en la idea de magia y fiesta en un montaje encabezado por Asier Etxeandía y Florencia Aragón. Con ellos compartirá escenario Alba Flores, continuadora de la saga empezada por su abuela Lola, que interpretará con el resto del reparto las canciones compuestas por Antonio Carmona y a las que Juan Bosco ha puesto las letras basándose en los textos de Shakespeare.