Teatro

Retorno al Medievo

Ana Zamora recrea el rito del Cristo de los Gascones

29 marzo, 2007 02:00

Elvira Cuadrupani con la talla real del Cristo. Foto: Iván Caso

La directora Ana Zamora continúa con sus viajes al pasado de la escena española. En esta ocasión, retrocede hasta la Edad Media para recrear la celebración del Misterio del Cristo de los Gascones, que estrena el jueves 29 en el Teatro de La Abadía.

El gusto por la antiguo le viene de familia a Ana Zamora. Hija de arqueólogo y etnóloga, nieta de Alonso Zamora Vicente, la directora se ha convertido en uno de los mayores especialistas del teatro español anterior a Lope de Vega, del que ha dado muestras de conocer y entender muy bien. Pero no contenta con sus viajes de quinientos años, Zamora ha dado ahora un nuevo salto atrás y ha retrocedido aún más, aunque sin poder precisar la fecha , para caer en la Segovia del final de la Edad Media. De esa época, dice la leyenda, data el Cristo de los Gascones que se venera en la iglesia del mismo nombre de la ciudad castellana. Y también, de unos dos siglos después, parece ser que es el inicio de la representación de la pasión que se hacía ante la talla religiosa, ritual que Zamora recreó la semana pasada en el templo segoviano y con la que llega ahora a la antigua iglesia que es el Teatro de La Abadía de Madrid. Para la recreación, Zamora ha recurrido a libros antiguos, entre los que figuran Representación del nacimiento de Nuestro Señor, escrito por Gómez Manrique, Auto de la Pasión, obra de Alonso del Campo, y las Coplas de Vita Christie de Fray íñigo de Mendoza. Con esos textos literario-dramáticos ha compuesto "una dramaturgia de corte y pega", según Zamora, que permita imaginar la ceremonia de entonces.

Una historia coral
La línea argumental de Misterio del Cristo de los Gascones está formada por los recuerdos que tiene la Virgen de la vida de su hijo. María hace de "narradora de una historia muy coral que se desarrolla en torno a tres bloques". La obra comienza con los lamentos de la madre de Jesucristo por la muerte y el destino al que ha sucumbido su hijo. A partir de ahí, el tiempo retrocede y se desplaza hasta el nacimiento y bautismo del Niño Jesús. Después camina por diversos episodios de su vida adulta, desde algunos de los milagros que realizó hasta su encuentro con María Magdalena, para llegar a su muerte, resurrección y ascensión a los cielos.

La puesta en escena combina, como es habitual en el teatro de Zamora, actores, títeres y música interpretada en directo. La utilización de estos lenguajes adquiere un gran simbolismo en el Misterio del Cristo de los Gascones al subrayar "la manipulación a la que se ve sometida Jesús por el destino trazado para él", una circunstancia dramática que también entronca el teatro litúrgico con el de los griegos. Para la manipulación del Cristo, la compañía Nao d’Amores ha construido una réplica de la talla real, aunque de menor peso y tamaño. A las articulaciones de la imagen original -yacente y polícroma sólo por la parte delantera- de codos y brazos la formación le ha añadido más en otras partes del cuerpo para así facilitar los movimientos de una talla que pesa unos 20 kilos y necesita del esfuerzo de dos personas para moverla y de una tercera para las ocasiones en que debe andar. Estos pequeños pasos, como los del resto de la ceremonia que pasará la Semana Santa en La Abadía, tienen como un ingrediente más del montaje música recogida de entre cancioneros de la época.