Image: Alfredo Sanzol estrena en catalán

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Teatro

Alfredo Sanzol estrena en catalán

Escribe y dirige para T de Teatre la comedia Delicades

25 junio, 2010 02:00

Escena de Delicades

Delicades es el nuevo trabajo de Alfredo Sanzol, un texto escrito a medida para la compañía T de Teatre. Se estrena hoy, en catalán, en el Poliorama de Barcelona y dentro del Festival Grec. Llegará a Madrid la próxima temporada.

H ay curiosidad por ver los resultados de la "experiencia catalana" de Alfredo Sanzol (Madrid, 1972). Tras su exitosa obra Sí, pero no lo soy en el Centro Dramático Nacional, la carrera del autor y director ha experimentado un impulso importante. Fue precisamente este espectáculo lo que empujó a las actrices de la compañía barcelonesa T de Teatre (de la que se recuerdan montajes como Hombres o Criaturas) a proponerle a Sanzol que les escribiera una obra a medida. Manos a la obra, Sanzol les entregó Delicadas, que Sergi Belbel (colaborador habitual de la compañía) ha traducido al catalán, y que el mismo Sanzol ha dirigido: "A mi me divierte escribir para dirigir", explica, "pero la escritura es una labor demasiado solitaria, lo que me gusta es divertirme luego con los actores. Y ha sido una bonita casualidad que T de Teatre, del que yo vi un memorable espectáculo como Hombres, y vinculada a un autor que para mi ha sido un ídolo, Sergi Belbel, me propusiera este espectáculo".
Habituado a trabajar con su compañía madrileña, a Sanzol no le ha resultado difícil adaptarse a ésta. La forman cuatro actrices, -Mamen Duch, Carme Pla, Àgata Roca y Marta Pérez-, a la que se han unido Albert Ribalta y Jordi Rico. "Ellas llevan juntas veinte años, por lo que trabajar con el grupo ha sido como unirme a un ente con el que he conectado muy fácilmente. De hecho no he notado muchas diferencia de cuando trabajo con los míos", añade.
Sanzol califica esta obra de "cuento de primavera: una historia de muerte y de resurrección" que dedica a su abuela y a sus hermanas. "Mi abuela y sus hermanas pertenecen a la generación que tenía veintitantos años cuanto estalló la guerra. Desde luego es una generación rota, partida afectivamente. El recuerdo de todo aquello lo enterraron bajo el silencio. Era muy difícil que te hablaran del pasado. Del pasado reciente, sí, y del de antes de la guerra, también. Pero del pasado que las rompió, no. Y para mí siempre ha sido un misterio imaginarlas jóvenes".
Amor por las plantas.
La comedia está ambientada en un jardín porque, según recuerda el autor, tanto a su abuela como a sus tías les gustaban mucho las plantas: "Tengo un recuerdo muy vivo de ellas cuidando el jardín. Ellas tenían un trato cordial con las personas, educado, pero la espontaneidad, la pasión y el ardor que ponían en las plantas no lo proyectaban en las personas. ¿Por qué? Bueno, la imaginación y el arte sirven para dar respuestas a esas preguntas que se quedaron sin responder".
La obra no es un relato cronológico, sino que mantiene la estructura que tanto anima y gusta a Sanzol, el sketch o la historia corta, y que tan buenos resultados le dieron en el espectáculo anterior: "Me obsesiona la superestructura que crean los sketches, la unidad que se crea con lo que en apariencia no la tiene". Y así ha ido imaginando escenas sobre un universo femenino, ambientado en los años treinta, que le ha permitido recrearse en una estética retro que le gusta mucho.
Desde luego, subraya Sanzol, no se trata de un retrato social de la época, "eso se lo dejo a los sociólogos", sino que son historias en las que él pone en práctica un humor que llama "cómico compasivo". "Yo escribo de pasiones que te llevan a lugares a los que no querías llegar, de las contradicciones de la vida". Y añade que, como en obras anteriores, sigue echando mano de Google en busca de inspiración.