Teatro de vodevil en una Roma muy vallecana
Una imagen de Golfus de Roma, obra que clausura los Veranos de la Villa
La edición 2015 del festival Veranos de la Villa echa el cierre con el estreno de Golfus de Roma, una adaptación del brillante musical de Broadway dirigida por Jesús Castejón y protagonizado por Rafa Castejón, Paris Martín y Carmen Barrantes.
Inspirada en varias obras del comediógrafo romano Plauto, el musical cuenta la historia de un astuto, mentiroso y ocurrente esclavo, Pseudolus (interpretado por Rafa Castejón) que descubre que Eros (Paris Martín), el hijo de su amo, está enamorado de la joven prostituta Philia (Carmen Barrantes) que a su vez está prometida a otro hombre. El esclavo le ofrece su ayuda para conquistarla a cambio de su libertad, pero estos amoríos se ven obstaculizados por una trama que no tiene ni un solo momento serio y en la que desfilan un sinfín de personajes que, voluntariamente o sin darse cuenta, se complican la vida unos a otros. "Como en todas las obras de este corte, se juega mucho con los equívocos, los malos entendidos y con los males de amores", afirma su director, Jesús Castejón. Las acciones constantes, el ritmo frenético y el continuo movimiento, son la esencia de la función. "El ritmo está impreso en el texto, que tiene tal dinamismo que obliga a los propios actores a adoptarlo, los instala sin querer en esa dinámica de urgencia", relata. "Eso que nos preocupa tanto a los directores que es el tempo, el ritmo de las comedias, aquí estaba resuelto desde el propio texto, que es fantástico".
Esta versión es bastante fiel y cercana al original porque, en palabras de Castejón, "cuando las cosas están hechas sabiamente no hay más que dejarse llevar". En donde sí ha aportado una visión propia es en la ambientación. "Hemos situado, naturalmente, la acción en Roma, pero en una Roma muy subjetiva y muy vallecana", explica el director. En definitiva, en una Roma que podría ser un barrio cualquiera de una ciudad cualquiera, pues el lugar no es importante. El objeto de esta función, como dijo en su día el propio Sondheim, es ser un entretenimiento. No hay ningún mensaje, sólo una voluntad absolutamente cumplida y realizada de hacer reír al público desde el primer minuto hasta el último. "Incluso puede pasar", asegura Castejón, "que la gente salga diciendo: cómo me he reído y en realidad no sé muy bien lo que ha pasado, y esa es la única pretensión de la obra, hacer reír".
Este Golfus de Roma se suma a la tendencia actual de recuperar comedias clásicas como El Eunuco, de Jordi Sánchez y Pep Anton Gómez o Los Gemelos, de Paco Carrillo, que a tenor de su éxito de público continúan gozando de gran vigencia y modernidad. "El teatro clásico subsiste a través de los siglos porque la gente necesita verse en el espejo y llegar a conclusiones con respecto a quienes somos y por qué somos así a través de la risa, porque a través de la risa es mucho menos doloroso", asegura rotundo Castejón. "Por eso la comedia es el género más difícil dentro de cualquier tipo de manifestación, porque te permite reír y después reflexionar. Primero ríes, luego reflexionas. Para mí es el más grande de los géneros y el más difícil de hacer porque los personajes tienen que vivir el conflicto muy en serio pero a la vez suscitar risa".
Un último aliciente para acudir a ver la actuación es el lugar escogido para representarla. El escenario de Puente del Rey aporta un entorno maravilloso, con un ambiente fresco para este tórrido verano y una alameda plagada de árboles que lo convierten en un espacio magnífico. "Este escenario permite por sus características hacer un gran espectáculo que se pueda ver de una manera popular, con mil doscientas personas disfrutando de la representación", agradece el director. "Además, la dotación que ofrece en cuanto a posibilidades técnicas es absolutamente espectacular y está a la altura de pocos teatros", explica.
En un principio, la obra se representará hasta el día 30, pero dado el éxito que están teniendo los musicales en Madrid, es posible que Golfus de Roma goce de la posibilidad de hacer temporada en la capital. "Soy optimista en cuanto a que algún productor la vea y se interese", afirma Castejón "aunque no puedo reprocharle a nadie que se abstenga de aventurarse a algo así". Y es que asumir la producción de una obra con más de 40 integrantes entre músicos y actores no es algo que se pueda hacer a la ligera. Tendría que ser una empresa grande que pudiera asumir el tener un par de malas funciones. A pesar de los escollos económicos su director insiste, "vendrán a verlo y veremos que ocurre, pero la realidad ahora mismo son estos 11 días de Veranos de la Villa", reitera, "y estamos muy felices de tenerlos".
Una Numancia muy actual
Con el fin de la canícula, también arrían velas el resto de festivales veraniegos como el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida que pone punto final a su 61ª edición con el estreno este miércoles 19 de una adaptación de El cerco de Numancia, la famosa tragedia de Miguel de Cervantes escrita en 1585 e inspirada en la derrota de Numancia de las Guerras Celtíberas por el ejército romano.El espectáculo, dirigido por Paco Carrilo, ofrecerá una lectura actualizada que pretende, mediante un paralelismo con el mundo actual, plantear la situación que viven los pueblos débiles y oprimidos, y es una coproducción del Festival y la compañía extremeña Verbo Producciones, que vuelve al certamen tras el éxito cosechado con la comedia Los Gemelos de Plauto en 2013. Un elenco de nueve actores, entre los que se encuentran Fernando Ramos, David Gutiérrez o Manuel Menárguez, pondrá en pie el montaje, apoyados por la música en directo de tres componentes de LaOctava, el centro de música creativa de Mérida, y la participación en un momento de la obra de 32 integrantes de la asociación Emérita Antiqua que interpretarán al ejército romano.
El escritor extremeño Florián Recio firma la versión del texto de Cervantes, que en sus manos ofrece, no una recreación de lo que fue El cerco de Numancia, sino una lectura del siglo XXI, aunque con el espíritu cervantino. "La lectura hoy de El cerco de Numancia es la de aquellos pueblos que están oprimidos por cualquier circunstancia y que toman soluciones drásticas o revolucionarias. Eso hoy en día está en nuestro país, con determinadas acciones políticas que han generado ruinas morales y ruinas emocionales; lo tenemos en países de Europa y en países de Medio Oriente, donde se están haciendo verdaderas barrabasadas de los poderosos económicos contra los que no tienen ningún poder y yo creo que esa es la lectura que vamos a ver", explica el director Paco Carrillo.