El primer médico condenado por eutanasia cuenta su propia historia
El Teatro del Barrio acoge la obra Celebraré mi muerte en la que el doctor Marcos Ariel Hourmann explica su caso y se somete al juicio del público
20 agosto, 2019 14:19"La madrugada del 28 de marzo del 2005 mi vida cambió para siempre", declara ante la audiencia Marcos Ariel Hourmann (Buenos Aires, 1959), el único médico en España condenado por practicar la eutanasia, que ahora plantea la siguiente cuestión: "Si queremos vivir bien, ¿por qué no podemos elegir morir bien?". Del 29 de agosto al 15 de septiembre, el Teatro del Barrio acoge la obra Celebraré mi muerte, dirigida por Alberto San Juan y Víctor Morilla, en la que el doctor explica a través de un monólogo los motivos de su actuación y se somete al juicio del público.
Hace más de diez años una paciente llamada Carmen, de 82 años, llegó junto a su hija al servicio de urgencias del Hospital Comarcal Móra d'Ebre (Tarragona). Según relata durante la función, le rogaron que acabase con su sufrimiento, por lo que le inyectó 50 miligramos de cloruro de potasio en vena. "Aunque yo no hubiese tomado esa decisión, ella estaba muerta", defiende. Tras el fallecimiento, el doctor dejó constancia de lo que había sucedido en un informe, algo que nadie había hecho antes en España.
La familia nunca lo denunció, pero sí lo hizo el hospital. Meses después recibió una notificación del juzgado en la que se le informaba de que estaba acusado de homicidio, por lo que podría pasar hasta diez años en la cárcel. Sin embargo, la fiscalía le ofreció la posibilidad de declararse culpable, aceptar una condena menor y evitar la prisión. Tras ser "repudiado por los hospitales españoles" emigró con su mujer, Yolanda, a Inglaterra, donde la prensa británica lo bautizó como "El doctor asesino". Finalmente regresó a España, donde trabaja en una mutua como médico a domicilio.
En primera persona
"Poder contar la historia desde las entrañas sirve para que la gente empiece a hablar sobre cómo morir y quitarle el miedo a ese debate", defiende Hourmann, quien ha decidido contar lo sucedido desde su propia experiencia en este teatro documental. Una idea que surgió en 2016 a raíz de una entrevista en Salvados, cuando conoció a Víctor Morilla, realizador del programa. "La gente piensa que soy un actor, pero no hay una sobreactuación. Hay un texto y un guion que me ha costado aprender a mis 60 años", apunta. "Interpretar es la palabra correcta, porque no es algo que esté inventando. Ahí radica la fuerza que tiene la obra, su naturalidad", añade.
El monólogo está acompañado de una pantalla en la que se reproducen fotografías reales como algunas pertenecientes a su vida, portadas de periódicos que trataron el caso o de políticos que debatieron sobre el mismo. "Víctor (Morilla) en teatro no tenía experiencia. Es un gran realizador que se encargó de escoger imágenes que tuvieran coincidencia con el texto", aclara. Hourmann señala que la obra es el resultado de un "proceso largo de casi tres años" en los que se construyó el guion a partir de conversaciones y palabras del doctor que fueron adaptadas.
Juicio en directo
Al declararse culpable, no se pudo celebrar el juicio. Por ello, tras su testimonio, se escoge al azar a nueve personas del público para que emitan un veredicto como si formaran parte de un jurado popular. "Los mensajes van más allá de 'culpable' o 'inocente'. Más que un veredicto, expresan su opinión sobre el tema. Hay aportaciones muy interesantes", señala el doctor. Y asegura que no busca la redención, "sino que la gente razone sobre el dolor humano y le pierda el miedo a la muerte".
Se trata de un debate que se mantiene casi quince años después de lo sucedido y que volvió en abril a los medios de comunicación con el caso de Ángel Hernández, quien ayudó a morir a su mujer María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple desde hacía 30 años. A la pregunta de si lo volvería a hacer, responde: "Visto lo visto no, por todo el sufrimiento que nos causó a mi familia y a mí". Sin embargo, explica que si tuviera que ser positivo y hubiera sabido que "todo ese sufrimiento termina en la oportunidad de regalar la historia y recuperar la ilusión, sí lo volvería a hacer".
"Estoy en contra del sufrimiento innecesario. Soy médico, pero primero de todo soy Marcos", subraya. Hourmann manifiesta que es necesario defender los valores propios "en un sistema que no lo permite", y afirma que en su profesión el conocimiento y la humanidad deberían ir combinadas, pues no concibe una sin la otra. "Nadie está por encima de la decisión personal", sostiene. "La eutanasia tiene que ser defendible solo para entender al otro, respetar la decisión del otro, ponerse en el lugar del sufrimiento del otro, más allá de las ideologías, partidismos, convicciones", expone.
Hourmann recalca, además, el poder del teatro como herramienta de cambio social. "Para alguien que no es de este mundo es una maravilla hablar de algo tan importante. Es una herramienta de reflexión", expresa. La obra Celebraré mi muerte, que regresa al Teatro del Barrio, también ha pasado por el festival Tercera Setmana de Valencia, el Teatre Principal de Alcoy y el Teatre Arniches de Alicante. "Cada noche salgo con el alma recuperada", concluye.